Palacio de Justicia de Almería.

Fiscalía mantiene su petición de 20 años de cárcel por el crimen de Vícar

La última sesión del jucio se centra en los informes finales y está previsto que el tribunal entregue el lunes al jurado el objeto del veredicto

E. P.

Almería

Viernes, 21 de noviembre 2025, 19:20

La Fiscalía ha mantenido este viernes sus peticiones iniciales en la tercera sesión del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia Provincial de ... Almería por el crimen cometido en enero de 2023 en una vivienda del paraje Canal del Pozo Escudero, en Vícar, donde el acusado, A. E. M., está procesado por la muerte violenta de su vecino D. E. A., a quien habría asaltado dentro del cortijo con un mazo y un destornillador.

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El Ministerio Público ha reiterado que solicita 20 años de prisión por un delito de asesinato y tres meses de multa por un delito leve de hurto, al situar la sustracción del teléfono de la víctima como un hecho posterior a la agresión mortal. En concepto de responsabilidad civil, ha mantenido las indemnizaciones de 120.000 euros para la viuda y 100.000 euros para cada uno de los dos hijos de D. E. A.

Víctima y acusado, ambos de nacionalidad marroquí, vivían en viviendas colindantes dentro de la misma finca y mantenían un conflicto previo por la negativa de A. E. M. a abandonar la casa que ocupaba después de que la familia del fallecido la adquiriera. En ese contexto, constaba también una denuncia presentada meses antes en relación con ese desacuerdo.

La sesión de este viernes ha estado dedicada íntegramente a los informes finales y ha cerrado la fase de valoración de la prueba antes de que el tribunal entregue el lunes al jurado el objeto del veredicto.

El juicio comenzó el miércoles con la constitución del tribunal popular y con las declaraciones de varios agentes de la Guardia Civil, médicos forenses y un perito tasador. La vista continuó este jueves con las declaraciones del acusado y de la viuda, entre otros.

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Durante su exposición, el Ministerio Público ha defendido que el conjunto de la prueba practicada acreditó la autoría. Ha destacado la llamada que la víctima realizó a las 14.11 horas a su esposa para decirle «el de al lado me quiere matar», los testimonios de agentes y peritos, la localización del teléfono móvil -que el acusado se llevó después del ataque- y los restos biológicos del fallecido hallados en una chaqueta intervenida en la vivienda de la pareja sentimental del acusado.

Según el auto, la agresión se produjo el 10 de enero de 2023 en torno a las 14.30 horas con un mazo de 1,450 kilos y un destornillador de punta afilada cuya hoja medía 15 centímetros, herramientas que, de acuerdo con los forenses, causaron una fractura frontal hundida, una herida cervical mortal y múltiples lesiones incisas compatibles con el destornillador.

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La acusación particular ha coincidido en señalar la violencia del ataque, pero ha sostenido que el uso de un destornillador, «que no es un arma idónea», evidencia un aumento innecesario del dolor y constituye ensañamiento. Por ello solicita 25 años de prisión, aprecia alevosía desde el inicio de la agresión -que sitúa «por la espalda»- y sostiene un delito de robo con violencia.

A su juicio, la frase «ha venido el vecino», pronunciada por D. E. A. en la llamada a su esposa, identifica de forma directa al acusado porque no habló de «otro vecino», pese a que en la finca residían más personas. La acusación ha recordado que la secuencia posterior -el desplazamiento del teléfono hasta San Agustín, la coincidencia de ambos terminales en repetidores entre las 15.30 y las 17.25 horas, la preparación de una maleta y la intención de viajar a Huelva- encaja con una conducta orientada a huir.

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La defensa ha sostenido que «no hay una sola prueba directa» que sitúe a A. E. M. dentro del cortijo y ha cuestionado la interpretación de los indicios. Ha afirmado que los restos biológicos encontrados en una prenda del acusado pueden explicarse por roces previos derivados del conflicto vecinal y ha señalado que la ausencia de ADN en el mazo y en el destornillador es incompatible con un ataque tan violento porque «la sangre habría salpicado con fuerza».

Respecto al comportamiento posterior, la defensa ha negado que el apagado del móvil del acusado entre las 13.04 y las 15.34 horas tenga valor incriminatorio y ha rechazado que la preparación de una maleta o la intención de desplazarse a Huelva acrediten participación alguna en los hechos, al considerar que se trata de «hipótesis» no sostenidas por prueba directa.

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Durante el juicio, uno de los testigos, agente de la Guardia Civil, explicó que en el interior del cortijo donde apareció el cuerpo hallaron un mazo con restos de sangre y, en una rambla cercana, un destornillador también manchado.

La compañera sentimental del acusado declaró, cuando se le tomó declaración días después del suceso, que A. E. M. regresó el día de los hechos entre las 15 y las 16 horas y puso una lavadora, algo que le llamó la atención porque ella había lavado toda la ropa el día anterior. Al día siguiente, cuando en su trabajo le comunicaron la muerte de su vecino, le preguntó «¿has sido tú?», a lo que él respondió «no es de tu incumbencia, no te metas». Afirmó que tras esa conversación dejó una maleta preparada y se marchó.

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Tras la presentación de los informes finales, A. E. M. ha renunciado a ejercer su derecho a la última palabra. El tribunal entregará el lunes al jurado popular el objeto del veredicto para que inicie su deliberación.

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