Vícar entra en la pugna por el gran cuartel del Poniente, mientras Roquetas renuncia a la comisaría de Policía

La maniobra de Vícar, que se ha conocido esta semana tras una reunión del alcalde, Antonio Bonilla, con el subdelegado del Gobierno, Manuel de la Fuente; el coronel de la Guardia Civil, Arturo Prieto, y el diputado socialista, Indalecio Gutiérrez, coincide con el movimiento de Roquetas de dar un paso más para cerrar definitivamente la opción de una comisaría de Policía Nacional.

El Pleno de Roquetas de Mar de la próxima semana votará la recuperación del solar cedido en su día para la comisaría del municipio, lo que descartaría por el momento el despliegue de este cuerpo propio de las ciudades. Una decisión en la que ha jugado un papel determinante la indefinición que el actual Gobierno de España mantiene con el modelo de seguridad de Roquetas, sobre el que viene guardando silencio hasta el punto de no haber presentado alegación alguna a la decisión municipal de recuperar el solar, según consta en el expediente al que ha tenido acceso IDEAL.

En el caso de Vícar, el alcalde, Antonio Bonilla, ha defendido la construcción del gran cuartel de la Guardia Civil por la ubicación estratégica del municipio, en pleno corazón de la comarca. Para ello ha propuesto un enorme solar de 20.000 metros cuadrados en la franja izquierda del Bulevar de La Paz, en Las Cabañuelas.

«Consenso generalizado»

El alcalde vicario aseguró que existe un «consenso generalizado» por parte de «todas las fuerzas sociales» para que el cuartel principal de la Guardia Civil se ubique en Vícar «dada su centralidad y la excelente situación de la parcela prevista, que estará perfectamente comunicada en apenas un minuto con el futuro nuevo enlace de la A7, a poco más de tres minutos con la Autovía del Mar de Plástico y la costa», explicó tras la reunión.

Para Bonilla, que ya prepara una próxima visita a Vícar de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, es «fundamental y prioritario» que el futuro cuartel se ubique en Vícar, «dentro de nuestro objetivo de conseguir que nuestro pueblo siga siendo uno de los municipios más seguros de nuestro entorno, aunque somos conscientes de que debemos seguir trabajando en estrecha colaboración con las administraciones competentes, en este caso con el Ministerio de Interior, a través de la Subdelegación del Gobierno, pensando siempre en la seguridad».

Mientras tanto, en Roquetas de Mar esta semana ha pasado por comisión el expediente para recuperar el solar de la comisaría cedido en su día al Ministerio del Interior. El equipo de Gobierno alega que el convenio para su cesión no se ha cumplido y recuerda el protocolo firmado con el Gobierno de Rajoy por el que se contemplaba el gran cuartel, cerrando definitivamente la puerta a la Policía Nacional.

El Consistorio roquetero nunca ha mostrado entusiasmo por la comisaría de Policía Nacional, pero en los últimos años se ha mostrado claramente partidario del refuerzo de la Guardia Civil en su lugar, cuestión que se quiso zanjar con un protocolo de intenciones alcanzado con el entonces ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, persona muy cercana a Gabriel Amat.

La llegada del Gobierno de Pedro Sánchez paralizó los planes del PP. Desde entonces, el Gobierno ha pasado de defender una demarcación compartida, con la llegada de la comisaría, a guardar total silencio.

De apostar finalmente por el cuartel que propone Vícar pueden darse varios escenarios. Desde decidirse abrir dos grandes cuarteles en un radio de pocos kilómetros, a la opción salomónica de mantener los tradicionales planes del PSOE de comisaría para Roquetas y cuartel para Vícar. La otra posibilidad es que Roquetas acabe por no tener ni lo uno ni lo otro, perdiendo el gran cuartel que viene reclamando, y descartando la comisaría de Policía Nacional a la que ha renunciado por su propia iniciativa.