Santiago Abascal se da un baño de masas en Aguadulce con un discurso centrado en Franco y Cataluña

No ha sido la primera vez que Abascal y los suyos han acudido al Palacio de Congresos. Ya lo hicieron en la campaña de las pasadas elecciones andaluzas cuando hubo numeroso público que no pudo acceder a la salón de actos en el que se organizó, dada la expectación generada. Esta vez se ha eligido un espacio mucho más amplio, la zona de exposiciones, decorada con cajas, camiones y vehículos agrícolas para la ocasión, y en la que se han dado cita cientos de personas completamente entregadas, muchas, con banderas de España.

El líder ultraconservador no ha hecho referencia a lo ocurrido en su partido en uno de los mayores municipios en los que gobierna, apoyando al PP de Gabriel Amat, y las únicas referencias locales han sido para el sector agrícola y los bajos precios que sufren los agricultores como consecuencia de la entrada de productos del exterior que se producen con «mano de obra esclava y sin respetar la legislación de Europa».

Su discurso se ha iniciado hablando de la exhumación del cuerpo de Franco del Valle de los Caídos, asunto que se convertiría en una constante referencia a lo largo de su intervención. Santiago Abascal ha asegurado que para el actual Gobierno hay una «emergencia profanadora», criticando que se esté fijando la atención en este asunto cuando en Cataluña se está produciendo lo que en su opinión es un «golpe de Estado».

Precisamente Cataluña ha sido otro asunto central al que ha aludido el líder de Vox durante la noche. Abascal se ha referido a Pedro Sánchez como un «presidente traidor» y ha defendido la detención del presidente de la Generalitat, Quim Torra, así como la disolución de los Mossos y la declaración del estado de excepción en Cataluña.

Para Abascal, el Gobierno y los políticos en general han abandonado a millones de españoles en Cataluña. «Nosotros amamos Cataluña, porque es parte de España», ha dicho para defender «echar a las turbas golpistas de las calles, que están aterrorizando a toda Cataluña».

La tercera gran cuestión del discurso de Abascal ha sido la inmigración. El líder ultraconservador ha considerado que España se encuentra en una «emergencia social» provocada entre otras cosas por la inmigración «que no se adapta».

Ha defendido a los inmigrantes que «vienen legalmente a trabajar codo con codo y a integrarse» pero ha criticado a «los que no se quieren integrar, esos que cuando no les contratáis os amenazan de muerte y que vienen a por las ayudas sociales», ha dicho ante un público apasionado.

El líder de Vox ha reiterado que los inmigrantes no tienen la culpa de lo que está pasando, «la tienen los progres que les llaman para que vengan y vivan de las ayudas sociales» y se ha referido a sindicatos, partidos políticos y ONGs como «vagos y maleantes».

La memoria histórica, la posición de «postración» del PSOE y el PP ante la Unión Europea, las puertas giratorias o la Ley de Memoria Histórica, han sido otras referencias del líder de Vox para criticar los parecidos que comparten tanto el PP como el PSOE y el resto de partidos, destacando la «soledad» de Vox ante todos los demás, en los asuntos «de sentido común» que en su opinión defienden personas de izquierda y derecha que ahora votan a Vox.

Abascal ha sido especialmente duro con el PSOE, del que ha hecho referencias a su pasado y le ha acusado de comportarse como «enemigo de las instituciones democráticas», lo que provoca «miedo» entre jueces, policías, militares y demás funcionarios «porque conocen los antecedentes del PSOE». Un miedo al PSOE, que a su juicio también tienen el PP y Ciudadanos.

Por este motivo, ha defendido el apoyo para su partido de cara a las próximas elecciones generales. Ha advertido de que los demás partidos están dispuestos a pactar con los socialistas para desbloquear la situación política actual y ha anunciado que «todos quieren pactar con el PSOE, menos Vox, que de ninguna manera facilitaremos por acción ni omisión un Gobierno del PSOE», ha dicho desatando el entusiasmo de los presentes en el Palacio de Congresos.