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JULIO VALDIVIA
ROQUETAS DE MAR
Viernes, 25 de marzo 2022, 23:04
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La falta de servicio urbano de transportes, que el Ayuntamiento de Roquetas de Mar tiene obligación de prestar desde que hace dos décadas se superaran los 50.000 habitantes, ha sido el motivo por el que el municipio se ha quedado sin la subvención solicitada para la compra de cuatro autobuses eléctricos.
Así lo reconoció en el último Pleno el portavoz del PP, José Juan Rodríguez, que se lamentó del criterio del Ministerio de Transportes para descartar la solicitud. Según explicó el edil popular, el Gobierno dejó fuera el proyecto de Roquetas de Mar porque el actual servicio urbano está adscrito al Consorcio de Transportes Metropolitano, dependiente de la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía, y no depende del Ayuntamiento roquetero, que solicitaba la subvención.
Se trata de un caso particular de Roquetas de Mar, que finalmente ha sido un obstáculo para la consecución de los fondos. Dada la obligación de prestar servicio urbano, del que el Ayuntamiento no se ha querido hacer responsable hasta el momento, hace años se alcanzó un acuerdo con el Consorcio Metropolitano de Transportes por el que se diseñó una línea, la M-999, entre Las Marinas y Aguadulce. Este servicio hace de urbano, pero realmente está pensando para aliviar la carga de los buses metropolitanos en las horas de mayor afluencia, ya que hace prácticamente el mismo recorrido dentro del municipio.
El Ayuntamiento quería aprovechar las ayudas europeas a la descarbonización para adquirir cuatro autobuses eléctricos de 12 metros de longitud, con un proyecto valorado en 2.560.000 euros, de los que alrededor de 800.000 euros se querían financiar con los fondos europeos. En el proyecto se incluyó también un contrato de asistencia técnica para revisar las condiciones del servicio urbano que hace tiempo que se prometió poner en marcha, valorado en otros 120.00 euros, así como la adquisición de 40 marquesinas 'inteligentes' con información de los tiempos de espera en tiempo real, wifi y puntos de recarga para dispositivos.
Esta solicitud era una de las cuatro ayudas pedidas por el Consistorio al Ministerio de Transportes para la descarbonización de las ciudades, todas ellas perdidas finalmente, a pesar de que según el Gobierno, el 87% de los solicitantes consiguieron fondos, y en el caso de los buses, se subvencionará la compra de 650 vehículos en toda España.
Hasta el momento el Consistorio no ha aclarado si piensa seguir adelante con la actuación pese a la pérdida de los fondos europeos, y tampoco se sabe si pondrá en marcha la concesión del transporte urbano que se lleva prometiendo desde hace años, la última vez el pasado septiembre, cuando Amat aseguró que se sacaría a concurso a principios de este año.
Duras críticas del PSOE
Los retrasos e incumplimientos sobre el transporte urbano fueron precisamente criticados ayer con dureza por el portavoz socialista roquetero, Manolo García, que denunció el «pasotismo» del alcalde, al que reclamó que aclare sus planes al respecto y le recordó que «lleva tres legislaturas prometiendo el servicio urbano».
Para el PSOE, la actitud de Amat con el transporte público, «perjudica a la ciudad en muchos sentidos». «Desde el turismo, al que estamos ofreciendo una imagen tercermundista, como hace años que vienen denunciando los hoteleros, hasta nuestros jóvenes, que pierden oportunidades laborales y de estudios por no tener un servicio digno, pasando por nuestros mayores y personas sin recursos, a los que se limita enormemente su vida», criticó.
García cree que la carencia de un servicio de este tipo confirma el «modelo caduco de ciudad» del alcalde roquetero. «Roquetas es un caso de estudio, donde se hace lo contrario que en el resto del mundo», se quejó el portavoz del PSOE, que mencionó casos como la eliminación de carriles bici, la negativa a establecer aparcamientos regulados, la falta de zonas verdes, la eliminación de árboles en las remodelaciones de calles y la ausencia de transporte público. «Es completamente inexplicable y muestra la soledad de un alcalde que no parece entender estos conceptos y que por lo visto no tiene a nadie a su lado que se atreva a decírselo», concluyó Manolo García.
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