Vecinos de la Urba recurren al teatro callejero para denunciar sus problemas y deficiencias
La asamblea de la Asociación de Vecinos Urba-Roquemar reeligió a Melanie Homburg como presidenta
julio valdivia
Lunes, 22 de mayo 2017, 06:52
La Asociación de Vecinos Urba-Roquemar de Roquetas de Mar, celebró hace unos días su asamblea anual para renovar los cargos de la junta directiva y tratar la situación de la principal zona turística del municipio y sus problemas y reivindicaciones. Fue un encuentro en el que se echó mano del humor, para representar un teatro callejero, en el que punto por punto los viandantes pudieron ver qué cuestiones preocupan a los residentes en esta parte de Roquetas.
Desde una sketch en el que un caravanista, con caravana incluida, invita a otros muchos amigos a instalarse en Roquetas donde «todo es gratis» y no existe ningún control, entre otras cosas porque «no hay policías». Hasta el agua del grifo «peligrosa», pasando por la falta de servicio de emergencias rápido ante la ausencia de un centro de salud, o por la falta de limpieza, o los mosquitos, todos los temas que más preocupan a los residentes de las urbanizaciones de Roquetas, Playa Serena y Playa Serena Sur, se analizaron en la asamblea de esa peculiar forma.
El encuentro sirvió para ratificar a Melanie Homburg como presidenta de Urba-Roquemar, cargo que ya venía ejerciendo en los últimos años y que continuará ostentando, entre otras cosas por la falta de candidatos interesados en asumir esa responsabilidad, según explicó ella misma a IDEAL.
«Peor que nunca»
La reelegida presidenta aseguró que la zona se encuentra «peor que nunca, más abandonada que nunca». Entre los problemas más acuciantes, Homburg destaca el mantenimiento de la principal zona turística de Roquetas, que debe dar la mejor imagen de la ciudad, y la seguridad, sobre todo tras un invierno especialmente problemático en este terreno, con numerosos robos en viviendas, que incluso han llevado a contratar seguridad privada en algunas comunidades.
Sin respuesta municipal sobre su sede vecinal
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La Asociación de Vecinos Urba-Roquemar ha vuelto a insistir en la necesidad de recuperar la sede vecinal que tuvieron desde su creación, en un piso de propiedad municipal que en los últimos años viene usando en exclusiva la asociación de comerciantes ACER. Urba-Roquemar ha pedido al parecer en reiteradas ocasiones al Ayuntamiento que se les deje volver a utilizar ese piso para atender a los vecinos y celebrar sus reuniones, compartiendo su uso con la asociación de comerciantes, pero hasta el momento no ha habido respuesta por parte del Consistorio.
«El invierno ha sido fatal», concluye la presidenta de Urba-Roquemar ante las preguntas de IDEAL. «Para lo que interesa esta es una zona turística, pero lo demás nada», se lamentó Homburg, quien puso como ejemplo de la falta de mantenimiento el estado «deprimente» en el que se a su juicio se encuentran los parques y jardines de esta parte de Roquetas.
No es la única cuestión que es motivo de queja, si las mencionadas anteriormente afectan directamente al Ayuntamiento de Roquetas, desde Urba-Roquemar se sigue denunciando la problemática de los servicios sanitarios dependientes de la Junta de Andalucía. Se trata de una vieja reivindicación, la de poder contar con servicios de emergencia cercanos y un centro de salud, que estaba planificado hace una década y que la crisis paralizó, condenando a sus habitantes y los de Las Marinas, a recibir servicio en un consultorio que ya en 2008 se consideró demasiado pequeño para su capacidad.
Al respecto, desde Urba-Roquemar se desveló que hace unos meses mantuvieron un encuentro con el delegado de Salud, José María Martín, al que entregaron las 900 firmas recogidas pidiendo el prometido centro de salud. Al parecer, Martín les explicó que una de las razones de la paralización del proyecto estaba en el hospital, ya que el futuro centro hospitalario para Roquetas contempla un centro de salud.
Agua
Otra de las cuestiones que inquietan e indignan a partes iguales en las urbanizaciones turísticas de Roquetas es la calidad del agua. «Es malísima», aseguró la presidenta de los vecinos, que dio a conocer unos estudios realizados en enero y febrero, en los que se reflejaba una conductividad que sigue estando por encima del límite legal en algunas partes. «La calidad es para denunciarla, porque no es potable», dijo Melanie Homburg.
Por último, desde la Asociación Urba-Roquemar, que ha sido una de las más combativas con las subidas de los recibos del IBI y ha reclamado la revisión de los valores catastrales, se incidió en que hace «hace meses» que se ha pedido al Ayuntamiento ver el documento en el que se pide al Gobierno la revisión de esos valores «porque no nos lo creemos», en vista de las promesas incumplidas por el equipo de Gobierno en este sentido.
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