Sombrillas y paraguas para reclamar más sombra en el ‘parque de hormigón’

Algo más de medio centenar de personas acudieron ayer al parque de Los Bajos de Roquetas portando paraguas y sombrillas, como forma de protesta simbólica por la falta de sombras con que cuenta el nuevo espacio público recepcionado hace poco más de una semana con una enorme polémica entre los vecinos.

La convocatoria, surgida a través de las redes sociales e impulsada por vecinos, contó con el respaldo de representantes de PSOE, IU y Tú Decides, formaciones que ya han mostrado sus críticas estos días por el resultado final de un proyecto que desde el equipo de Gobierno del PP se presentó como el gran pulmón verde que necesitaba Roquetas, y cuyo diseño, basado en hormigón y tierra, ha generado controversia.

Entre los presentes, no faltaron los comentarios sobre el calor que hará en el lugar cuando se acerque el verano, con esas grandes explanadas de hormigón que se han diseñado y con la presencia de unos árboles que tardarán en dar sombra y que según algunos de los que ayer acudieron a la cita, en gran número se encuentran prácticamente secos.

El malestar entre los protestantes, también se centró en los elevados costes de un proyecto cuya factura final se ha elevado hasta los cinco millones de euros, así como el diseño de algunas de sus instalaciones, como unas pistas deportivas que «parecen una cárcel», como aseguró alguno, o un anfiteatro de apenas tres niveles y escaso tamaño.

Los juegos infantiles parece que son los que mayor grado de satisfacción ofrecen a los vecinos, si bien el proyecto final está lejos del diseño del parque de las familias de la capital, que muchos se imaginaron que se haría en esta céntrica parte de Roquetas, especialmente por la ausencia de jardines, césped o cualquier otro elemento vegetal más allá de los árboles plantados.

No todos los que acudieron al parque con sombrillas y paraguas formaron parte del grupo principal, también los hubo que disfrutaron de los juegos y demás espacios, portando estos singulares elementos, desconociéndose si formaban parte de la protesta o simplemente usaron las sombrillas como una forma práctica de protegerse del sol a falta de elementos en el parque para ello.

Entre las numerosas personas que poblaban ayer el parque ajenas a la protesta, la mayoría con sus hijos, no faltaban voces que pedían esperar a que los árboles crezcan, aunque la crítica al exceso de hormigón, que ya ha dado nombre popular al parque, era también muy repetida entre ellos.