Fran Gavilán
Miércoles, 23 de noviembre 2016, 23:58
Agentes de la Unidad de la Policía Judicial (UPJ) de la Guardia Civil de Roquetas de Mar han abierto una investigación con el objetivo de dar con el paradero de los encapuchados que accedieron hace tres semanas a la sede de una empresa en Roquetas de Mar y propinaron una brutal paliza a dos de sus trabajadores.
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Según ha podido saber IDEAL, los hechos se produjeron el pasado 4 de noviembre en la sede que la empresa Schedia, compañía distribuidora de telecomunicaciones y servicios de internet y telefonía móvil, tiene en la avenida de Roquetas de Mar.
Dos hombres «encapuchados», según las fuentes consultadas por este periódico, irrumpieron en las oficinas de la empresa en torno a las 18.50 horas. Ambos asaltantes iban ataviados con pasamontañas y con un bate de béisbol y «un arma corta», respectivamente.
En la sede se encontraban en ese momento un total de cinco trabajadores, dos de ellos técnicos. Fue a estos últimos a quienes se dirigieron los hombres encapuchados, quienes insistieron en localizar la caja fuerte del establecimiento. Los asaltantes comenzaron a propinar amenazas a los dos trabajadores y sin mediar palabra la emprendieron a golpes con ellos, mientras que los otros tres empleados trataron de cobijarse debajo de sus mesas.
Un tercer encapuchado
Los golpes, algunos de ellos con un bate de béisbol de «grandes dimensiones», se fueron multiplicando ante la desesperación de los cacos por encontrar un botín y huir. La brutalidad de la agresión fue tal que uno de los trabajadores, con heridas de consideración en la cabeza, trató de huir de los golpes y se dirigió en un primer momento a la salida, si bien en la puerta había un tercer encapuchado, encargado de hacer labores de vigilancia mientras se cometía el asalto.
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El empleado, acorralado por los asaltantes, optó finalmente por la medida más desesperada: se arrojó desde una de las ventanas de la oficina, situada en la primera planta de un edificio situado en el número 295 de la avenida de Roquetas de Mar, lo que le ocasionó una fractura en uno de sus tobillos y diversas magulladuras.
Según ha podido saber este periódico, los atracadores finalmente huyeron del lugar sin conseguir dinero en metálico, aunque abandonaron el lugar con los teléfonos móviles de los trabajadores que se encontraban en la oficina.
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A raíz del suceso la empresa ha tomado importantes medidas de seguridad. Por el momento, la Guardia Civil recopila pistas sobre los presuntos autores mientras que los dos trabajadores continúan de baja a causa de las heridas.
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