Vecinos de Aguadulce piden un paso peatonal seguro para cruzar la rambla de San Antonio
El paso entre la Avenida Pedro Muñoz y el pabellón carece de espacio para los peatones e iluminación
J. VALDIVIA
Miércoles, 16 de noviembre 2016, 09:05
Cada día decenas de vecinos de Aguadulce, muchos de ellos niños, atraviesan la rambla de San Antonio para dirigirse a sus centros educativos o a practica deporte, por el paso asfaltado entre la Avenida Pedro Muñoz y la calle Detroit, cerca del pabellón de deportes Máximo Cuervo.
El paso, improvisado desde hace años para el paso de vehículos a motor, no está preparado para su uso por parte de peatones, ya que apenas tiene la anchura necesaria para el paso de dos vehículos, lo que genera numerosos problemas, según han denunciado a IDEAL varios vecinos de la zona. La otra opción segura es hacer un recorrido de casi kilómetro y medio de longitud, bajando por un lateral de la rambla hasta la Avenida Carlos III, atravesar la franja de rambla por esa vía y volver a subir por el otro lateral de la rambla.
La carencia hace años que ocurre y ha sido objeto de quejas desde hace tiempo. La única medida de seguridad adoptada hace ya años, fue el pintado de los laterales de la improvisada carretera para delimitar mejor la misma, en un paso de más de 200 metros de longitud que también carece de cualquier tipo de iluminación. «Es un peligro -aseguraba a IDEAL uno de los vecinos- sobre todo por las mañanas temprano y por las noches, en las que no se ve nada y los peatones no tienen más remedio que apartarse de la calzada y cruzar campo a través si no quieren correr el riesgo de ser atropellados».
El problema se ha incrementado en los últimos días, ya que este paso es, junto a la Avenida Carlos III de Aguadulce, la única forma de comunicar la parte norte de este núcleo, entre la zona del Palacio de Congresos y Pedro Muñoz Seca y el barrio tradicional de Aguadulce Norte. Ello hace que desde la apertura del semienlace, que ha dotado a Aguadulce de una salida e incorporación de la A7 por Las Colinas, el tráfico se haya multiplicado y con él, entienden los vecinos, los peligros para los peatones.
Personas llevando carros de bebés, escolares que acuden al colegio o deportistas que acuden al campo de fútbol y el pabellón cercano, son habituales en el tramo. Unos de los principales usuarios son los estudiantes, ya que de Aguadulce Norte acuden a Las Colinas numerosos alumnos del IES Mar Mediterráneo, cuyos accesos peatonales ya provocaron en su día más de una manifestación, y de la parte de la Avenida Pedro Muñoz Seca hay también numerosos alumnos de los colegios Francisco Sainz Sanz y Trinidad Martínez ante la falta de plazas del Virgilio Valdivia cercano.
Para los residentes, aunque el Ayuntamiento quiera esperar a la realización del proyecto de arreglo de la Rambla de San Antonio, el problema tiene fácil solución: asfaltar una franja más ancha de paso y, con marcas viales, reservar un metro a cada lado para el paso peatonal, además de resolver el problema de iluminación con algún tipo de sistema provisional.
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