Amat reconoce que el agua de la desaladora aún no llega a todo el municipio

El asunto de la calidad del agua de Roquetas y la información desvelada por IDEAL en base a un informe encargado por el PSOE en el que se afirma que el agua de buena parte del municipio no cumple con los límites legales de conductividad, generó la discusión más acalorada del pleno de esta semana.

Casi todos los partidos de la oposición aludieron a esas informaciones en el turno de ruegos y preguntas. La primera en mencionarlo fue Toñi Fernández de Tú Decides, quien aseguró que pese a que la subida del agua ya se está aplicando y generando enorme malestar «todos los vecinos se quejan de que es imbebible». Fernández preguntó qué zonas están recibiendo ya el agua desalada.

También mostró su preocupación por el estudio el portavoz de Ciudadanos, Diego Clemente, quien aseguró que el compromiso es que en 6 meses llegue al 100% del municipio y de no llegar «nos replantearemos la bajada de esa tasa porque el Ayuntamiento no habrá cumplido».

La mayor tensión se vivió cuando intervino el portavoz del PSOE, Manolo García, formación que ha realizado el estudio desvelado por IDEAL. García dijo haber recibido un «aluvión» de quejas de los vecinos tras la subida del agua del último recibo y se reafirmó en los resultados del estudio, en el que participó personalmente.

El alcalde acusó al PSOE de crear «alarma» con la difusión de esos datos y exigió a los socialistas que presentaran el informe en el mismo pleno para que constara en acta, a lo que el portavoz del PSOE accedió. Amat reconoció que el agua desalada aún no llega a todo el municipio y se está a la espera de una nueva tubería. El primer edil recordó que el responsable de la calidad del agua del municipio es el alcalde y el delegado de Salud y «hasta que no vea el informe no puedo decir que es mentira». Además, desveló que los análisis realizados en los últimos meses se llegó a considerar no potable el agua de algunas zonas de Roquetas, pero que los más recientes sí la califican de apta para el consumo y que él mismo en su casa comprueba por las mañanas el cambio de calidad.

Manolo García se mostró molesto por las críticas del alcalde y aseguró que su objetivo era «ser leal a los vecinos, ni la Junta de Andalucía, ni el Gobierno, ni el PSOE, ni el PP, estoy haciendo lo que tengo que hacer», respondió a las acusaciones de crear alamar del primer edil y su recordatorio de que la Junta es la que hace los análisis. García volvió a criticar que mientras se confirma, en su opinión, que la calidad sigue siendo mala, los vecinos ya pagan el agua más cara.