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JULIO VALDIVIA
Lunes, 5 de septiembre 2016, 09:21
Este mes de septiembre se cumple un año desde que echó a andar el proyecto de grupo de consumo creado en Roquetas de Mar, que posteriormente y por votación, recibiría el nombre de El Taray. Se trata de un proyecto en el que participan numerosos vecinos que se han agrupado para comprar directamente a agricultores productos locales ecológicos, fomentando así su producción.
El proyecto, según cuenta a IDEAL uno de sus impulsores, Tomás Viada, nació inspirado en iniciativas similares en municipios cercanos como Almería capital o El Ejido, además de las existentes desde hace tiempo en lugares como Granada, Sevilla, Madrid, Barcelona o el País Vasco.
En sus primeros meses de andadura ya cuenta con 50 familias consumiendo habitualmente y una media de 30 pedidos semanales.
El Taray, que está en trámites de constituirse en asociación, optó por un modelo de cesta cerrada, es decir, todas las semanas se propone a sus socios una cesta con alrededor de 7,5 kilos de productos frescos ecológicos, a precio también fijo (15 euros), existiendo también la opción de pedir media cesta. A ella se pueden sumar extras como huevos, aceite de oliva, miel u otras frutas y hortalizas adicionales.
El objetivo no es convertirse en una tienda o incluso en una empresa, como ha ocurrido con otros grupos de este tipo, la idea es que el proyecto sea sin ánimo de lucro y funcione con la implicación de sus miembros, ya que «no queremos entrar a competir deslealmente con las tiendas, porque precisamente defendemos el comercio local».
Por ello, además de la distribución de producto ecológico directamente de los productores, tras conocer personalmente sus proyectos, El Taray pretende promover un consumo responsable que implica, entre otras cosas, conocer y saber lo que se consume, difundiendo un concepto de consumo ético, para lo que se pretende también organizar actividades, talleres y acciones con el fin de promover otros proyectos como la banca ética o las compañías eléctricas alternativas.
Producto siempre local
Otra de las características que están detrás del grupo de consumo es el compromiso de comprar los productos en la zona, con el fin de reducir la huella ecológica de su transporte y mantener los vínculos con los productores. Así, todas las frutas y hortalizas que se distribuyen a través de esta asociación provienen de un radio de 200 kilómetros. «Lo más lejos que hemos tenido que recurrir es a Granada», explicó Viada.
La cesta que se distribuye cada semana suele tener un equilibrio entre productos de raíz, hoja y fruto y «le damos prioridad a los que tienen conciencia de huerto, a los productores de monocultivo también les compramos pero no son nuestra prioridad», se asegura, ya que «lo importante es que la cesta ayude al pequeño agricultor».
Tras un parón en el mes de agosto, la asociación empezará en los próximos días a distribuir nuevamente sus cestas semanales, que seguirán la misma línea de sus primeros meses de vida. Una de las cuestiones que tendrán que plantearse en función del inicio de esta nueva temporada, es si acuerdan con algunos de los productores la reserva de suelo para la plantación de productos que los socios quieran, algo que hasta ahora no se ha hecho, pese a algún ofrecimiento, porque «no queremos dejar colgado al agricultor» y se prefiere esperar a ver el proyecto totalmente consolidado.
En cuanto a las garantías del carácter ecológico del producto que se compra, El Taray no exige la certificación ecológica oficial, que además de ser otorgada por empresas privadas auditoras, permite el uso de ciertos productos y técnicas, aunque dentro de unos límites más estrictos que la agricultura convencional. «Nosotros trabajamos mucho con el conocimiento del productor y de cómo hace las cosas», explicó Viada. De hecho, las visitas a las huertas son habituales, y la selección de productos trata de favorecer la permacultura, que va más allá del cultivo ecológico habitual con un concepto totalmente tradicional de la agricultura. «Queremos algo más, queremos un respeto a la tierra», se asegura desde esta asociación que valora la implicación personal de sus productores, «son gente muy comprometida, que incluso muchas veces ni su propia familia les entiende».
Otro de los factores que valora El Taray a la hora de adquirir los productos es el carácter social. Por este motivo, uno de sus principales proveedores es la asociación NOESSO, ONG que trabaja contra la exclusión social con proyectos centrados en menores o adicciones. «Le damos mucha importancia a la labor social, incluso si hay un agricultor que lo está pasando mal, se le ayuda en lo que se puede», se destaca.
Por el momento son 22 los productores con que cuenta la asociación, 15 de ellos con productos habituales que envían semanalmente las cantidades solicitadas previamente por los socios. Los viernes, todos los que pueden echar una mano se dedican a organizar las cestas que serán repartidas ese mismo día entre sus miembros. «Es importante destacar que esto no es una tienda, sin la participación de los que están en el grupo, esto no funcionaría y estamos muy contentos porque siempre hay bastante participación», concluyó Viada.
Más información en el email consumoresponsable.roquetas@gmail.com o en su página de Facebook.
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