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JULIO VALDIVIA
Viernes, 15 de julio 2016, 09:02
El pleno del Ayuntamiento de Roquetas de Mar hizo firme ayer la subida del agua aprobada el pasado mes de mayo, tras rechazar en un tenso pleno, las alrededor de mil alegaciones presentadas por vecinos independientes y los partidos de la oposición. Fue una sesión a la que acudió numeroso público, la mayoría en contra de la medida, que en varias ocasiones interrumpió el pleno y manifestó su disconformidad con el desarrollo del mismo, con unas críticas que fueron especialmente dirigidas contra el grupo de Ciudadanos, formación que posibilitó la subida.
Entre los grupos opositores las posturas eran similares a las ya manifestadas en mayo, siendo su principal crítica que no exista auditoría o informe técnico alguno que justifique la subida del agua más allá de las cuentas presentadas por la empresa concesionaria del servicio, la multinacional Hidralia.
Así lo dijo por ejemplo el portavoz del PSOE, Manolo García, quien criticó que siga sin conocerse qué porcentaje de agua desalada se va a usar, las obras necesarias para inyectar ese agua y la justificación de sus costes. García sí reconoció que dos meses después de la aprobación, el equipo de Gobierno ha incluido en el expediente un informe de Intervención en el que se cita «supuestos gastos», pero para los socialistas la subida sigue sin tener más justificación que las estimaciones de una parte interesada como es la empresa concesionaria, «es como querer hacer la derrama para pintar un edificio sin que el pintor justifique el gasto», dijo el portavoz del PSOE.
Costes más elevados
Los socialistas sí reconocieron que los costes del agua desalada serán más elevados que los actuales, pero también recordaron que la empresa se ahorrará la electricidad de extraer agua de los pozos, los costes de tratamiento del agua, y de mantenimiento de los pozos actuales. Por ello, volvieron a reclamar la necesidad de que se haga una auditoría de las cuentas presentadas por la empresa para aprobar una subida debidamente justificada y no basada en «estimaciones». Manolo García dijo no entender las «prisas e interés» en aprobar la subida ya, sin que ni siquiera se haya introducido el agua desalada a la mayoría de los vecinos, y todo ello en base a un informe en el que «hay muchas conjeturas y pocas certezas».
Parecida fue la posición de Izquierda Unida, cuyo portavoz, Ricardo Fernández, calificó de «tarifazo» la subida y consideró que la misma es un «duro golpe» para la economía de las familias. Fernández criticó que los informes económicos que amparan la medida sean únicamente los aportados por la empresa y criticó las bonificaciones aprobadas a instancias de Ciudadanos porque son «claramente insuficientes y poco claras». IU también coincidió junto al PSOE en considerar una trampa el paso de los recibos de trimestrales a bimensuales, ya que los vecinos acabarán pagando más por la cuota fija.
Fernández también criticó la tramitación de las alegaciones presentadas, ya que los ciudadanos que las presentaron ni siquiera pueden tener la certeza de que se tramitaron sus alegaciones al no aparecer un listado, como sí ha ocurrido en otras ocasiones. Además, consideró que los vecinos «tienen derecho a una respuesta razonada» cosa que en su opinión no ha ocurrido.
Desde Tú Decides, su portavoz, Toñi Fernández, criticó la gestión del agua de los últimos años, particularmente de los dos últimos, en los que la calidad ha sido mala, peligrando incluso la calificación de potabilidad. Fernández aludió a los costes asumidos por los ciudadanos en el uso de descalcificadores, rotura de electrodomésticos y consumo de un agua con una conductividad muy elevada, tiempos en los que «la empresa no nos ha bajado el precio» y «los vecinos no han tenido la posibilidad de reclamar» y «el Ayuntamiento que tenía que vigilar tampoco ha tomado ninguna medida».
Ahora con la subida, desde Tú Decides se defendió que lo primero que se tiene que hacer es garantizar que el agua desalada llegue a todo el municipio antes de aplicar una subida como consecuencia de su uso.
Privatización del PSOE
Desde el equipo de Gobierno del PP se respondió a las críticas recordando que el servicio del agua fue privatizado por el PSOE en los años 90 y que también los socialistas derogaron el Plan Hidrológico Nacional y potenciaron las desaladoras cuya agua es más cara. Así lo dijo su portavoz, Eloísa Cabrera, quien también mencionó otras medidas como la congelación de las cuotas de reenganche, contratación y fianza y el establecimiento de bonificaciones para pensionistas, familias numerosas y parados que antes no existían.
El alcalde, Gabriel Amat, también intervino al final del debate para asegurar que el agua de Roquetas siempre ha sido la más barata de su entorno y que lo seguirá siendo cuando el resto de municipios tengan que aplicar también a sus recibos el coste del agua desalada. El primer edil, cuya intervención fue interrumpida en varias ocasiones, y tuvo varios enfrentamientos con el público y amenazó con su expulsión del pleno, acusando a la oposición de utilizar políticamente el asunto. Un debate que zanjó invitando a quien no estuviera de acuerdo con la subida a acudir a los tribunales.
Ciudadanos por su parte no llegó a intervenir en la discusión, recibiendo numerosas críticas por parte de los presentes, especialmente en el momento de la votación en la que, con su abstención, el PP consiguió sacar adelante el rechazo a las alegaciones presentadas.
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