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Julio Valdivia
Martes, 10 de mayo 2016, 11:06
Paralelamente, la concejala de Ciudad Saludable, Francisca Toresano, informó que el Ayuntamiento roquetero acaba de finalizar un estudio, realizado en colaboración con el Ayuntamiento de El Ejido, sobre los mosquitos procedentes de los parajes naturales, en el que se analizan las larvas presentes en estos espacios. Los estudios, al parecer, han sido remitidos a la Delegación de Medio Ambiente y «estamos esperando los permisos pertinentes para poder actuar en el interior de estos parajes y no sólo en el entorno, como hemos hecho hasta ahora».
El asunto de los espacios naturales vuelve a recuperar una vieja polémica que hacía años que se dio por superada. A finales de la década pasada surgió un debate similar cuando el Ayuntamiento de Roquetas pidió permisos a la Junta de Andalucía para fumigar dentro de Punta Entinas. Por aquel entonces la negativa de la Administración autonómica fue rotunda y para poder afrontar el problema, desde Medio Ambiente se encargó a técnicos de la Diputación de Huelva, al parecer los mayores expertos de España en este tipo de espacios, un estudio sobre los mosquitos en Punta Entinas y buena parte del municipio, que se tardó más de un año en ejecutar.
Aquel análisis incluyó la delimitación de las zonas con mayores concentraciones de mosquitos en el interior del paraje natural y en sus inmediaciones; las diferentes especies de mosquitos presentes en dichas zonas y su fenología, así como las medidas, el momento y los lugares donde actuar tanto para obtener las máximas garantías en el control de los mosquitos como para respetar los equilibrios ecológicos en el paraje. Entre las principales conclusiones del estudio de aquellos expertos, se destacó que el mayor problema de mosquitos en Roquetas no estaba en los espacios naturales, sino en los solares y en las acumulaciones de agua de las zonas urbanas, dando una serie de recomendaciones más encaminadas a la prevención que a la fumigación en sí.
Serbal Una postura muy similar a la que mantienen organizaciones conservacionistas como Serbal, que desde hace tiempo viene denunciando las limitaciones de unas fumigaciones que en su opinión sólo atacan a los ejemplares adultos, en lugar de tratar antes de su aparición. Serbal además, defiende favorecer las poblaciones de murciélagos, golondrinas o aviones comunes, «auténticos aliados» como depredadores naturales que son de los mosquitos, para controlar sus poblaciones.
Desde que se diera a conocer aquel informe y se empezaran a aplicar sus recomendaciones por parte del Ayuntamiento, el problema pareció resuelto durante unos años, aunque recientemente ha vuelto a retomarse y las quejas han vuelto a aparecer.
La concejala de Ciudad Saludable, Francisca Toresano, aseguró sobre este problema que «tenemos un municipio con unas características especiales», citando las «grandes zonas de humedales junto a las zonas urbanas» como un factor a tener en cuenta. Toresano, no obstante, quiso dejar claro que «los ciudadanos pueden estar seguros de que desde el Ayuntamiento trabajamos con todos los medios que tenemos para prevenir la presencia de los molestos mosquitos, y continuaremos por este camino».
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