Críticas por la falta de seguridad de los accesos afectados por las obras de Los Bajos

La formación cita la propia normativa del Plan General de Ordenación Urbana, referente a medidas de seguridad, balización y señalización de obras, para demostrar que «el propio Ayuntamiento, promotor de las obras, está incumpliendo sus propias normas, que son de obligado cumplimiento».

Ante esta situación, desde Izquierda Unida se plantean una serie de propuestas para mejorar la seguridad de los itinerarios. Entre ellas, se cita la Avenida Juan Carlos I, acera Norte entre las calles José María Cagigal y Reina Sofía; la acera Norte de la Avenida Curro Romero, entre la rotonda de la Plaza de Toros y la rotonda de la carretera de Alicún, donde «hay un gran desequilibrio entre las medidas que se han adoptado de acceso a la Plaza de Toros, con barandillas y terrenos en firme, con las malas condiciones que sufren quienes quieren acceder a otras zonas»; el trayecto de la carretera de Alicún en la acera Este, entre la rotonda de Curro Romero y Ricardo de la Cierva, de acceso al mercado de abastos, donde «el paso actual supone un peligro para los peatones, que caminan junto a los vehículos o por zonas de tierra, dando un gran rodeo». También se citan problemas con la ubicación de contenedores en la rambla del Cañuelo desde la Avenida de la Aduana o la mala visibilidad en el paso de Juan Carlos I más cercano a Reina Sofía.

Aprovechando las críticas, IU denunció nuevamente la política de «obras faraónicas» del PP, que en su opinión, invierte grandes cantidades de dinero en obras que se podrían hacer más modestamente, descuidando otros aspectos relacionados con la calidad de vida, u otras zonas.

Asunto ya polémico en las pasadas generales El asunto ya generó polémica en las pasadas elecciones, ya que muchos de los votantes que se acercaron al Infanta Cristina se quejaron de que se les obligaba a dar un rodeo y cruzar dos veces la carretera de Alicún, además de la avenida Curro Romero, para llegar al centro, por lo que la mayoría optaba por invadir la carretera de Alicún, con el consiguiente peligro. El problema se solucionó ese mismo día instalando vallas, pero se acabaron quitando con el avance de las obras de Los Bajos, que han dejado el pabellón más aislado aún, lo que también ha generado quejas entre sus usuarios, sobre todo los padres de los deportistas.