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La muerte de al menos tres perros por envenenamiento desata la alarma en la Urba

La muerte de al menos tres perros por envenenamiento desata la alarma en la Urba

Al menos tres perros han muerto este fin de semana en la Urbanización de Roquetas de Mar tras haber ingerido algún tipo de veneno que se está investigando por parte de la Guardia Civil. El suceso mantiene en alerta a los vecinos de la zona, especialmente por la extraordinaria rapidez del veneno, que apenas da tiempo a actuar a sus propietarios.

Julio Valdivia

Martes, 10 de mayo 2016, 12:11

Uno de los casos ocurría el viernes por la tarde en la zona del hotel Zafiro, que se encuentra como se sabe completamente abandonado y cuyo estado ha despertado quejas vecinales en varias ocasiones. Luna, un perro mestizo de raza pequeña y seis años, ingirió algo que enseguida le provocó convulsiones y una potente diarrea, siendo trasladada al veterinario, que apenas pudo hacer nada por su vida, según relató ayer a IDEAL una amiga del propietario y testigo de los hechos, Marianne Liekens, conocida activista defensora de los animales.

Liekens y el propietario presentaron el sábado denuncia ante la Guardia Civil, después de haberlo intentado sin éxito en la Policía Local, que alegó estar demasiado ocupada para tramitarla. «El dueño está destrozado», explicaba esta vecina de la Urbanización de Roquetas que asegura que en la zona existe la teoría de que el veneno lo está poniendo alguien para eliminar los gatos callejeros que hay en esta parte del municipio.

Otro de los casos ocurría el sábado por la mañana en la zona de la iglesia al aire libre. Golfa, una perra mestiza de 10 años, se escapó momentos antes aprovechando que su dueño descargaba leña en su casa y poco después volvió de nuevo a la casa ya para morir, puesto que en este caso no hubo tiempo de llevarla al veterinario, según explicaba su propietaria, Marisa Arnedo, quien también presentó denuncia este domingo ante la Guardia Civil.

Miguel Castillo, veterinario del centro San Francisco, atendió los dos casos mencionados y asegura que tanto Luna como Golfa presentaban síntomas muy parecidos, ambas murieron con la lengua azul, tras una dolorosa y rápida agonía. «Es un veneno muy rápido, hacía mucho tiempo que no veía nada tan rápido y que se den varios casos en un día», reconocía este veterinario, quien citaba al menos una tercera víctima atendida por otro centro veterinario de la zona el viernes.

«Lo que me preocupa es la rapidez con la que actúa, puesto que puede llegar a afectar a un niño que se meta en unos matorrales jugando a la pelota, que lo toque y se lo lleve a la boca», explicó el veterinario, quien aseguró que este lunes presentará un escrito ante la Guardia Civil para alertar del problema y poniendo a su disposición los dos cadáveres de los animales que atendió.

En parecidos términos se expresó Marianne Liekens, que alertaba de la gravedad de lo ocurrido, tanto por el dolor que provoca la pérdida en sus propietarios, como por el riesgo de que niños de corta edad puedan envenenarse jugando en los parques. Por ello, se ha querido animar a los propietarios afectados a presentar la correspondiente denuncia ante las fuerzas de seguridad para que puedan conocer los mayores detalles posibles sobre esta oleada de envenenamientos. En este sentido, Liekens pidió la implicación de la Guardia Civil y la Policía Local para detectar a los responsables de lo ocurrido, que se podrían enfrentar a penas de cárcel por un delito de maltrato animal, según advirtió.

Poco margen para actuar ante un veneno muy rápido Ante un veneno de tan rápida actuación poco se puede hacer según reconocía ayer el veterinario que atendió dos de los casos de este fin de semana. «No sabemos qué puede ser, pero se absorbe rapidísimo», dijo Castillo.

En este tipo de casos la recomendación pasa por provocar el vómito del animal, para lo que hay recomendaciones como usar agua con sal o agua mezclada con agua oxigenada, pero para Castillo, la fórmula más segura y con menos riesgo de provocar daños o agravar aún más la situación, es darles agua caliente para provocarles el vómito. «El problema es que es inmediato y no da tiempo a nada», por lo que Miguel Castillo recomendó ante todo no perder de vista a las mascotas, evitar en todo momento que coman nada de la calle y actuar con la mayor rapidez posible.

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