Botón antipánico para funcionarios para evitar agresiones

La reciente agresión a una trabajadora social del Ayuntamiento de Roquetas, por parte de una usuaria del servicio, ha encendido todas las alarmas en el municipio, hasta el punto de estar estudiándose diferentes medidas para evitar que este tipo de incidentes vuelvan a ocurrir en el futuro, o al menos reducir su riesgo.

Julio Valdivia

Martes, 10 de mayo 2016, 10:58

Así lo desveló en el pasado pleno el concejal de Personal y Régimen Interior, José Juan Rodríguez, quien anunció que en estos momentos se está estudiando un cambio en el protocolo con nuevas medidas que se quieren dar a conocer a los trabajadores municipales en el Comité de Seguridad y Salud que se pretende celebrar el próximo mes de septiembre.

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La cuestión fue sacada a debate por el portavoz de Ciudadanos, Diego Clemente, quien preguntó por la existencia de un protocolo y las medidas que se pretenden adoptar para minimizar este tipo de agresiones a trabajadores municipales. José Juan Rodríguez, que aclaró que también Izquierda Unida realizó una pregunta por escrito en este sentido, anunció que efectivamente se está desarrollando un protocolo que aborde de forma más específica las intimidaciones que sufre el personal municipal.

Entre los cambios que implicará el funcionamiento de los servicios sometidos a este tipo de actos, destaca la posibilidad de instalar un botón antipánico para que los trabajadores sociales puedan pedir ayuda en caso de agresión verbal o física, como ocurre por ejemplo con algunas víctimas de violencia de género. También se están estudiando otros cambios en el funcionamiento de algunos servicios, como establecer que sean dos personas las que acudan a hacer algunas visitas o estudios, en lugar de una sola, según desveló durante el debate por este asunto el alcalde, Gabriel Amat.

En cuanto a la trabajadora agredida hace unas semanas, el concejal de Personal aseguró que el Ayuntamiento le falicitó desde el primer momento todo el apoyo médico, judicial y psicológico que precisó. Por ello, el propio servicio jurídico del Ayuntamiento está estudiando el caso y reclamará que sea tratado como delito.

El incidente, que según se dijo estos días, se suma a una larga lista de intimidaciones que tienen que soportar trabajadores sociales del Ayuntamiento, se produjo cuando la presunta agresora acudió a un centro municipal para reclamar una ayuda económica que tenía concedida y cuyo pago tenía pendiente la autorización de la Intervención municipal.

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En su visita, a la mujer se le dijo que no se podía hacer el pago hasta tener todos los trámites aprobados y ésta decidió esperar en la calle a que la trabajadora social saliera a mediodía, momento en el que la persiguió, la cogió del pelo y la tiró al suelo, además de agredirla. Lo ocurrido generó gran preocupación en el Consistorio.

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