Julio Valdivia
Martes, 10 de mayo 2016, 12:03
El acto de introducción de la tortuga en este tanque se celebró ayer en medio de una gran expectación de medios de comunicación y curiosos, y contó con la presencia del director del Aquarium, Enrique Fernández, así como la coordinadora de Equinac, Eva María Morón, y los concejales roqueteros de Gestión de la Ciudad y Turismo, Eloísa Cabrera y Luis Miguel Carmona, respectivamente.
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Desde Equinac se explicó que Juan fue rescatado en mayo del año pasado con destrozos en una de sus extremidades debido a los daños provocados por unas artes de pesca que le habían estrangulado la aleta, por lo que no tenía riego sanguíneo en ella y tenía toda la zona necrosada. «Al final tuvimos que amputar porque ese miembro lo había perdido completamente», relató Eva María Morón.
Esa amputación y su delicadeza, han impedido que la tortuga sea devuelta al mar, algo que según reconoció la responsable de la organización marina, es la primera vez que les ocurre. «Hemos soltado tortugas a las que les faltaba una aleta, pero en el caso de Juan, el problema que tiene este animal es que enseguida que le cambian las condiciones se nos viene abajo; ya le hemos sacado dos veces al borde de la muerte», dijo Morón.
Al parecer, se ha intentado incluso tenerle un tiempo en una zona acotada en el mar, pero «enseguida que la temperatura le varía, que tiene un poco de resistencia al agua, el animal no puede, por lo que intentamos buscar un lugar que fuera acorde con nuestros principios». En esa búsqueda surgió la opción del Aquarium de Roquetas, que «cumple con la función educativa que nosotros estamos intentando involucrar sobre todo a los niños con lo que está ocurriendo en el mar, arrojando basura y artes de pesca que quedan abandonadas a la deriva y al final terminan ocasionando la amputación de muchos miembros de muchas tortugas marinas».
Antes de ser introducido en el tanque de los meros del Aquarium roquetero, los técnicos del centro y de la asociación Equinac, mantuvieron durante dos semanas a Juan en una piscina médica del propio Aquarium para su adaptación. El objetivo último es que Juan pueda nadar en el tanque principal del centro, entre otras cosas porque «el de Roquetas es uno de los pocos acuarios que hay que tiene luz directa solar, que a ella como reptil que es le va a venir muy bien», dijo Eva María Morón, que añadió que para dar ese paso habrá que esperar a ver la adaptación del animal.
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Juan está bajo la tutela del Ministerio de Medio Ambiente, con la custodia y la supervisión clínica de Equinac. «Nos entristece que no pueda ser soltado al mar, pero estaría condenado a morir, esta es una buena opción y animamos a todo el mundo a que venga a verla y que vea lo que está ocurriendo con estos animales, sobre todo los niños», concluyó la responsable de la asociación Equinac.
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