Juan Pablo Yakubiuk: La Ribera de la Algaida no es un negocio

A raíz del debate suscitado por la Propuesta No de Ley presentada por Izquierda Unida en el Parlamento de Andalucía, para la protección medioambiental de La Ribera de La Algaida como humedal y zona LIC cabe hacer algunas aclaraciones a las acusaciones vertidas (más bien vomitadas) por el portavoz del PP en esa comisión.

Julio Valdivia

Martes, 10 de mayo 2016, 12:02

 

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No es verdad, como ha dicho el PP, que la urbanización de Las Salinas y la inclusión de la charcha de La Ribera de La Algaida como parque comarcal preservará su carácter de zona natural. Esta afirmación es una aberración en toda regla, por lo que supone y por lo que esconde, pero sobre todo porque pretende confundir a los vecinos e intentar vencer toda resistencia a los afanes urbanizadores del PP, de Amat y de determinados especuladores.

En primer lugar porque esta zona ya es suelo No Urbanizable de Especial Protección. El PGOU de Roquetas así lo recoge, de mala gana todo hay que decirlo, ya que en el momento de la aprobación del deslinde marítimo terrestre de esta zona estaba vigente. Así que pedir compensaciones por esta zona no es pertinente y el PP-A obvia esto muy interesadamente.

Y que no canten victoria los especuladores por la anulación del Deslinde por el Tribunal Supremo: en la sentencia deja bien claro que se anula por fallos de plazos en la tramitación, instando a la Dirección de Costas a iniciar cuanto antes un nuevo trámite de deslinde ya que las condiciones naturales de la zona no han sido objeto de revisión.

Pero además, haciendo un ejercicio de imaginación legal y urbanística, si una zona natural como esta se incluye dentro de un sector urbanizable, y por ende, con posibilidades de ser transformado en un bonito campo de golf, o campo de hípica, o de fútbol solo con la firma del alcalde ¿Alguien tendría duda sobre cual sería el futuro de esta charcha y de sus zonas de anidamiento y flora en manos del Partido Popular de Amat?.

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Es por esto que su catalogación como zona LIC, su inclusión en el inventario de Humedales, así como toda iniciativa que proteja sus valores ambientales son imprescindibles para salvaguardar su esencia como enclave vivo y en constante desarrollo. Desarrollo natural, claro está, y no especulativo como pretenden algunos. Rescatar el Patrimonio Natural de Roquetas, rehabilitarlo para su disfrute de vecinos y visitantes es la mejor apuesta que podemos hacer como sociedad: no dejemos que los que nos han llevado a esta ruina de ciudades desiertas, sin vida, en paro, por su ambición cortoplacista y especuladora, nos prive de espacios únicos como La Ribera de La Algaida.

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