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Murciélagos: aliados infravalorados

La asociación Serbal lleva años estudiando el uso de murciélagos para combatir mosquitos en Roquetas pero también están convencidos de sus efectos positivos para combatir las plagas agrícolas

JULIO VALDIVIA

ROQUETAS DE MAR

Sábado, 20 de marzo 2021, 22:56

Cada vez más conocidos por sus efectos beneficiosos, especialmente en lugares como el Delta del Ebro, donde hay auténticas 'macrourbanizaciones' con nidos, los murciélagos se están convirtiendo en un auténtico aliado combatir los insectos. Las evidencias de ello son numerosas y hay numerosos estudios sobre la forma de favorecer su implantación y proliferación.

En la provincia de Almería, la asociación Serbal (Sociedad para el Estudio y Recuperación de la Biodiversidad Almeriense) lleva tiempo apostando por los murciélagos como elemento natural de lucha contra los mosquitos en lugares como Roquetas de Mar, donde la presencia de estos insectos es un problema de primer orden para su sector turístico y los vecinos. Serbal ya ha instalado hace unos años los primeros nidos en la Ribera de la Algaida y la zona de Punta Entinas y cada vez tienen más conocimiento sobre las especies, los comportamientos, alimentación y sus necesidades.

Las primeras cajas de nidos no llegaron a albergar a murciélagos, pero ahora se muestran confiados en conseguirlo. «Lo que hemos aprendido es que no vale con una o dos cajas sueltas, son animales sociales y buscan hacer colonias», explica Emilio González, de Serbal. Además, «les gusta cambiar de cajas, tienen sus líos sociales, a los machos les gusta estar solos...», por lo que una de las cuestiones que se tienen claras es que para favorecer la presencia de murciélagos hay que ayudarles a crear colonias. De hecho, con el cambio de estrategia ya por fin han conseguido las primeras ocupaciones de sus cajas.

Ahora, Serbal está estudiando donde ubicarlas exactamente y para ello están haciendo un estudio sobre la presencia de murciélagos en la zona de Roquetas de Mar. Usando un micrófono de ultrasonidos y una aplicación móvil que detecta en tiempo real incluso la especie, han determinado que son animales que están presentes en las zonas costeras y que su número aumenta en los meses de invierno, porque vienen a invernar de otras zonas gracias al clima suave que existe en la provincia de Almería. «Llegan además en el momento en el que los necesitamos, con el pico de alimento de mosquitos», justo cuando proliferan los mosquitos que nacen de las acumulaciones de aguas de las lluvias de otoño.

Y es que las especies detectadas en esta parte de la provincia almeriense son del género pipistrellus «especialistas en comer mosquitos y pequeños insectos», explica Emilio González al respecto.

Aliado para la agricultura

Pero las conclusiones a las que están llegando los expertos no solo se centran en su presencia positiva para combatir los mosquitos. Los científicos que forman parte de Serbal están convencidos de que también son un aliado inesperado contra las plagas de insectos en la agricultura. Es algo que quieren estudiar bien, ya que las conclusiones son aún preliminares, pero ya hay los primeros indicios de ello tras observar que colonias como las existentes en El Parador, con cientos de ejemplares, no bajan hacia los humedales para alimentarse, lo que significa que van hacia las zonas agrícolas para ello. «También es un aliado para la agricultura y no lo estamos valorando», explica González.

Pocos apoyos hasta ahora

Pese a los enorme efectos que puede tener el éxito de estos programas, Serbal lleva años financiando sus investigaciones y sus primeros nidos con algunos programas estatales como el Libera o uno de voluntariado de la Red Natura 2000, o con fondos propios. También están llevando cabo acciones conjuntas con asociaciones como ACA o SEO-Birdlife. Pero de momento, de la Administración, y concretamente de municipios como el de Roquetas las únicas ayudas han sido más bien simbólicas como colocar algunos de sus nidos. Es algo que la asociación quiere cambiar, ya que el proyecto al que se enfrentan es de gran envergadura, por lo que confían en tener suficientes apoyos para poder instalar gran cantidad de cajas nido y avanzar en sus estudios e investigaciones. De su éxito depende no solo una mejora en la problemática de los mosquitos, sino también potenciar su presencia como elemento natural y respetuoso con el medio ambiente a la hora de combatir las plagas agrícolas.

Estudiando la presencia de estos pequeños mamíferos con alas, en Serbal han detectado cinco especies en Roquetas de Mar, habiendo más variedad de ellas en Aguadulce que en la Ribera de la Algaida, las primeras zonas que se han estudiado haciendo recorridos para detectar los ultrasonidos. También han comprobado que están en toda la línea de costa y que se trata de uno de los dos tipos que hay, concretamente de los que anidan y viven en las fisuras que encuentran usando los edificios como si fueran acantilados.

Además de avanzar en los estudios que se están llevando a cabo, Serbal quiere favorecer la aparición de colonias reproductoras, algo que hasta ahora no han conseguido, tanto en Punta Entinas, la Ribera de la Algaida y otros espacios costeros, esperando poder instalar al menos un centenar de esas cajas de nidos. Para ello se quiere avanzar en cuestiones como los tipos de cajas nido, su orientación y ubicación idóneas, entre otros aspectos que influyen en su ocupación por parte de los murciélagos.

De lograrlo, los efectos serán beneficiosos de varias formas, para empezar con el ataque frontal a las poblaciones de mosquitos, teniendo en cuenta que un solo murciélago puede comer en una noche hasta 3.000 de estos insectos. Pero también servirán para concienciar a la población sobre la importancia de la conservación de la biodiversidad y de lo bueno de su presencia.

Además, los defensores de estos pequeños animales confían en que buena parte de ellos se trasladen a estas cajas que se quieren instalar, abandonando zonas urbanas donde todavía hay vecinos que no los quieren ver y los atacan.

Importancia creciente de los depredadores naturales

Aunque todavía persisten en parte de la población los recelos hacia diferentes especies de aves y otros depredadores naturales de los insectos como los murciélagos, la concienciación sobre su importancia y valor es cada vez mayor.

En el caso de los pequeños mamíferos que son los murciélagos, su población se ha reducido considerablemente en los últimos años y algunas de sus especies están seriamente amenazadas, pero en los últimos años los numerosos estudios sobre su papel a la hora de combatir los insectos han hecho que las propias administraciones empiecen a apostar por ellos y su potenciación. Lo mismo podría decirse de otras especies como el avión, el vencejo o la golondrina, también grandes depredadores naturales, cuya presencia y aumento reduciría el gasto en fumigaciones de los municipios y ayudaría a recortar el uso de productos químicos para combatir moscas, mosquitos y otros insectos.

Emilio González, de Serbal, califica a los murciélagos de auténticos «aliados», término que se puede extender al resto de especies depredadoras, cuya reducción en las últimas décadas ha contribuido al aumento de mosquitos y otros insectos. Su recuperación para controlar las poblaciones sería altamente beneficiosa.

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