

Secciones
Servicios
Destacamos
Javier Cortés
Roquetas de Mar
Sábado, 12 de agosto 2023, 22:14
La forma de crear nuevos trabajos dentro del tejido empresarial de la provincia de Almería puede llegar a sorprender por las ideas imaginativas de las personas que las habitan. Una de esas iniciativas la puso en marcha Sonia Rodríguez hace varios años al abrir una panadería en la playa de Aguadulce. Ese hecho sería algo normal de no ser por cómo llegó a tener esa idea y plasmarla.
Hace algo más de una década, Sonia se dedicaba, entre otras labores (era delineante), a hacer bocadillos de pan de masa madre para sus familiares para el almuerzo. Se encargaba ella misma de hacerlo a través de un horno que tenía en casa y que puso en un patio para tener más espacio. Su bondad hacía que a los vecinos que pasaban por la zona les regalase pan. A todos los vecinos les encantaba cómo le salía el producto y le animaron a que crease su propia panadería.
Con el paso del tiempo les hizo caso y fundó su establecimiento de pan en 2015, en un local pequeño cerca de la playa de Aguadulce. Ella sola se encargaba de producir el pan que los vecinos les habían reservado. Se corrió la voz y la gente del lugar demandaba cada vez más pan, por lo que se marchó a un local más grande, en la avenida Carlos III. A ese establecimiento se le unió su marido y, ya juntos, empezaron a trabajar más. Su hija, por aquel entonces, estaba estudiando para Panadería, Repostería y Confitería, y ya era otra persona más, formada y aprendiendo el oficio.
De nuevo, el establecimiento se les quedó pequeño y vieron uno más grande entre la calle Malva y la calle Romero. Ahí decidieron establecer, hace un año, Slow Pan, en un local con más capacidad. Además, contrataron a una persona atender a la clientela, ya que el tiempo no les da para hacer masa y atender al mismo tiempo.
Apuesta por lo saludable
En 2013, Sonia empezó a crear este tipo de pan en casa principalmente porque «cuando haces pan para tu familia, buscas lo mejor que le puedes dar. Buscas panes con el mejor aporte nutricional, lo mejor». De hecho, en la actualidad sigue manteniendo las mismas recetas que hacía en sus comienzos, cuando sus niñas eran pequeñas y se llevaban los bocadillos al recreo.
Por aquellos años, Sonia empezó haciendo pan en un horno; en la actualidad tiene dos hornos de solera, con una gran capacidad. De eso, con el suelo de piedra que imitan a los antiguos hornos de barro, aunque estos van con electricidad. La piedra coge un calor que va soltando de forma muy paulatina y, con la humedad que se genera, cuando entra el pan y esa solera se mantiene, hace que el pan crezca hacia arriba y sea mejor.
Para panaderas como Sonia, una de las claves para la obtención de un buen producto es la harina. En su caso la elección que tuvo fue la de escoger harina ecológica, de grano entero sin refinar. Ese dato es una de las bases del éxito del pan, ya que la harina, cuando es refinada, le quita el germen, que es la parte integrante donde está el valor nutricional. En este caso, el pan está con los nutrientes intactos.
Una explicación de Sonia da las tres claves para que salga bien el pan, como son el germen, el endospermo y el salvado (trigo), además de la utilización de una harina blanca específica que no lleva aditivos, por lo que el pan tiene más beneficios para el cliente. Lo mejor de que este pan no tenga aditivos es que no le están metiendo químicos, solo tiene harina, agua, sal y poca levadura, al contrario que el pan que conocemos como de supermercado.
Los panes de supermercado tienen en cuenta la producción en masa, la superficie y el tiempo para poder hacerlo rentable. De hecho, otra de las bazas que cuenta y que diferencia este tipo de panes con los de Slow panadería es el tiempo «porque para la producción del pan hay que tener en cuenta pasos como el de amasar el pan, que se cueza, mantenerlo en frío y a su temperatura específica, hacerle el plegado a la masa, el refresco a la masa madre».
«Todo ese proceso no es rentable en una industria cuando quieres que el precio sea demasiado ajustado», remarca Sonia Rodríguez. Añade, además, que la industria «puede añadirle masa madre, ya que existen polvos de masa madre y es factible, pero claro, cuando haces una masa madre de cultivo propio, que la tienes tú, que le tienes que dedicar ese tiempo, hace que para la industria no sea rentable»
«La gente puede sorprenderse por el precio, pero realmente es lo que necesita este pan, porque en cuanto baja el tiempo, baja la calidad del pan y también el valor nutricional. Además, el problema es que cuando tú quieres camuflar sabores y no tienes un sabor de verdad, le metes azúcar».
Gama de productos
El establecimiento cuenta con una gran variedad de panes y dulces para sorprender a los clientes de Aguadulce. Todos los días que abren (de martes a sábado) tienen panes fijos, más alguna novedad. Los hay de cinco tipos: de masa madre, blancas semi integrales, blancas con semillas, blancas sin masa madre (que llevan otro tipo de prefermentos) y semi integrales. Además, añaden panes especiales que, al ser más trabajosos, solo sacan de un tipo distinto por día. Panes que pueden ser de nueces, de harina de algarroba, de cúrcuma con semillas de calabaza, de maíz.
Los sábados, al ser el último día abierto de la semana, aprovechan para sacar algún producto más para los clientes, debido también a que muchos de ellos no pueden pasarse por el establecimiento por trabajo, pero van ese día y hacen un mayor pedido. Por ejemplo, durante la semana sacan un tipo de pan de molde y, el sábado, de dos tipos, aunque los que más causan sensación son el de espelta 100% integral y el de trigo sarraceno.
La panadería no solo vende pan, sino que sorprende a su audiencia con dulces que llaman la atención por sus formas e ingredientes, como los brioches de naranja y de azahar, espirales de canela y las perrunillas, unas galletas con sésamo y anís seco. También cuentan con dulces más conocidos para el gran público como chinitos y tartas de queso.
Publicidad
Rebeca Alcántara | Granada y Pilar García-Trevijano | Granada
Lucas Irigoyen y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Javier Morales | Granada, Cristina Ramos | Granada y Carlos Valdemoros | Granada
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.