Mikel Izal presenta su disco 'El miedo y el paraíso' mañana en el Teatro Auditorio de Roquetas

Después de su exitosa carrera con Izal, Mikel ha continuado su trayectoria en solitario, conquistando a fans de todas las edades con su cautivador estilo musical y letras profundas.

Este concierto, en Roquetas de Mar, es una oportunidad única para experimentar su talento en un entorno íntimo y especial. Será la presentación de su disco en solitario 'El miedo y el paraíso', cuya gira le llevará por todo el país.

El ex líder del grupo Izal interpretará un repertorio basado en su nuevo álbum. Unas canciones que invitarán al público a adentrarse en un viaje de descubrimiento personal por las diferentes emociones y estados de ánimo que han acompañado al compositor en los últimos años.

Además, en la velada musical también ofrecerá una selección de canciones que han marcado su carrera como compositor en los últimos años, incluyendo temas de Izal, grupo que puso fin a su trayectoria musical en octubre de 2022.

El miedo y el paraíso

El miedo y el paraíso es el primer álbum de la nueva etapa de Mikel Izal. Un trabajo en el que el artista realiza un viaje por diferentes estados y lugares, que comienza con 'El miedo', pasando por temas como 'La rabia', 'La verdad', 'La huida' o 'Lo bueno', y que finaliza llegando a 'El paraíso'.

Junto a 'La fe', 'El grito' y 'La gula', son los adelantos del proyecto, producido por Santos&Fluren junto a Mikel Izal en Blind Records (Barcelona).

En Londres se han realizado las grabaciones de vientos y cuerdas dirigidas por Brett Shaw (123 Studios) y John Davis ha sido el encargado de masterizar las 10 canciones que componen este álbum en el que se muestra la madurez de Mikel a nivel compositivo e interpretativo.

Mikel Izal

Sus padres le llamaron Mikel. Luego empezó a hacerlo todo el mundo. Nació el 3 de junio de 1982 en Pamplona, ciudad a la que además de su primera luz debe también todo su árbol genealógico.

Se crió en Vitoria, a la que debe las primeras amistades, educación preuniversitaria y algunos amores torpes pero sinceros.

«En Bilbao, ciudad con la que también contraje deudas de amistad eterna, estudié una ingeniería de Telecomunicaciones, paso lógico en un camino que quizá nadie me había marcado pero que yo seguía a rajatabla.

Ya en Madrid y tras cuatro años de oficina y rutinas de hombre recto, llega el milagro, o la reacción, y el título universitario queda en desuso en detrimento de la música y más tarde también de la literatura, que a día de hoy alimentan mi alma y, para tranquilidad de mis padres, pagan mis facturas» confiesa el artista.