Una mercería de Aguadulce multiplica sus ventas en Internet durante el confinamiento

Es el caso de 'Las chicas del punto', una tienda ubicada en Aguadulce, que nació en 2018 como una tienda en Internet, aunque meses después abrió un establecimiento físico en la avenida Carlos III de esta localidad roquetera. En estas semanas de confinamiento ha triplicado con creces las ventas habituales en la red, según reconocía ayer a IDEAL su responsable, África Torres.

Torres explicaba que desde que empezaron las restricciones que obligan a permanecer en casa ha habido un «repunte importante» en este tipo de aficiones, y como las tiendas están cerradas, la venta en Internet se ha convertido en la única manera de conseguir los productos necesarios para poder tejer en casa. Por ello, además de la clientela nacional que ya tenían en su web, a través de la compra electrónica están también teniendo muchos pedidos de clientes locales.

Ello está haciendo que usuarios que hasta ahora no compraban en Internet, empiecen a hacerlo. «Tenemos personas mayores que no habían hecho una compra por Internet nunca y que llaman por teléfono y les generamos el pedido», explica.

También se están atendiendo numerosas consultas sobre productos que no tenían en el catálogo de la web y por los que llaman los compradores por teléfono o consultan por email.

África asegura que un día normal en estas semanas de confinamiento se atiende una media de 20 pedidos, mucho más los lunes, cuando se acumulan los del fin de semana. De hecho, ayer lunes, de esta tienda de Aguadulce salieron para toda España alrededor de 80 pedidos.

La responsable de 'Las chicas del punto' explicaba a IDEAL que junto con el perfil del cliente que compra en Internet, al que se han sumado personas mayores y gran parte de su clientela local, también ha cambiado el tipo de compra, haciéndose pedidos más grandes, entre otras cosas porque la tienda ofrece envíos gratuitos para pedidos de más de 25 euros.

Eso ocurre por ejemplo con los rellenos, que se usan para la fabricación de muñecos u otros elementos y que antes su clientela compraba en pequeñas cantidades mientras que «ahora la gente se los lleva por kilos». Otro producto que ha aumentado mucho la venta son los elásticos, usados ahora para la fabricación de mascarillas, cuya demanda también ha crecido mucho.

«Hay cosas que nunca me podía imaginar que se iban a vender, a las que no hacíamos mucho caso y que ahora se están vendiendo», explica la responsable de este pequeño negocio de Aguadulce.

'Las chicas del punto' ofrece en su tienda en línea ovillos de todo tipo de tejidos, desde lanas de gran calidad a bambú o lino, pasando por telas, patrones, o accesorios de punto y ganchillo, incluidos todos los elementos para la técnica Amigurumi, una tendencia japonesa de fabricación de pequeños muñecos de croché y ganchillo. Además, se ofertan talleres para aprender a hacer desde un jersey a champú casero.

En el caso de este establecimiento roquetero ya tenía presencia en Internet antes de esta crisis, pero otros muchos se están lanzando para mantener el negocio que han perdido al tener que cerrar. Por ello, algunas marcas como Katia, especializada en lanas y productos de mercería, están ofreciendo apoyo para los pequeños comercios que quieran pasarse a la opción electrónica, además de lanzar tutoriales para los usuarios.