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Medio millar de personas exigen acabar con la «ratonera» en que se ha convertido Aguadulce

Desde Aguadulce en Marcha, partido convocante, se exigió transparencia y celebró que ya se hayan anunciado medidas 48 horas antes de la protesta

JULIO VALDIVIA

ROQUETAS DE MAR

Domingo, 16 de febrero 2020

Alrededor de medio millar de personas participaron este domingo en la primera de las dos manifestaciones convocadas para reclamar soluciones al problema de comunicaciones que se ha generado tras el corte de la carretera de El Cañarete por desprendimientos y el colapso de la A7 y sus accesos.

A mediodía la manifestación partió desde la rotonda existente junto a la rambla de San Antonio de Aguadulce, en la avenida Carlos III, emprendiendo una marcha que culminó a la entrada de Aguadulce. Los manifestantes, convocados por el partido político Aguadulce en Marcha, acudieron portando silbatos y carteles en los que se podía leer que Aguadulce es una «ratonera» o se exigían soluciones al caos circulatorio, además de reclamar una Entidad Local Autónoma para Aguadulce o una comisaría.

Al recorrido se fueron sumando vecinos a medida que avanzaba la marcha, hasta sumar alrededor del medio millar de participantes.

Antes de partir, Francisco Javier García, aseguró que «independientemente de cómo salga, la manifestación es ya un éxito porque a 48 horas de ella ya se han empezado a tomar las primeras medidas, que desde el 29 de diciembre que cayeron las rocas no se había tomado ningún tipo de medida». García no quiso entrar a valorar las medidas anunciadas, afirmando que «no sabemos si van a ser eficaces o no, tanto las de la Subdelegación como las de Gobierno municipal», pero sí quiso dejar claro que «esto es un problema que nos atañe al Poniente almeriense y la capital y más en concreto a Aguadulce como punto negro».

Desde Aguadulce en Marcha se aseguró que «lo que más pedimos es más transparencia. Exigimos de una vez por todas que sean transparentes, llevamos dos meses sin tener ninguna medida, ni a corto, ni a medio o largo plazo, que los técnicos estarán valorando, pero no nos están llegando», dijo García.

El portavoz de la formación también consideró que lo que está pasando «es debido a la política de décadas del Ayuntamiento de Roquetas, que no ha dotado de infraestructuras y servicios, no se ha ocupado de Aguadulce, nada más que meramente a nivel contributivo, no se ha preocupado de que necesitamos más líneas de autobuses para Almería, necesitamos autobuses para el hospital de El Ejido...».

«Esto ha nacido como un partido y ya es un movimiento vecinal, y cada vez se está viendo que meter presión y trabajar tiene sus frutos. Lo penoso es que han tenido que pasar dos meses para las primeras medidas, tanto desde el Ayuntamiento como desde la Subdelegación».

Entre los corrillos de los asistentes había vecinos perjudicados directamente por la problemática que discutían sobre las medidas que se están anunciando. El transporte público fue, una vez más, una de las mayores preocupaciones de los vecinos. Rosa Garrido se mostró muy crítica con la situación del transporte público, asegurando que ella toma el autobús de las 06.45, cuando todavía no hay graves problemas y que ya en ocasiones los pasillos van llenos de viajeros y si bien llega sin problemas a Almería ya que sale temprano, la vuelta puede suponer casi dos horas. Además, con respecto a los buses lanzadera, criticó que solo hay uno para volver y que tampoco resuelve el problema de los que tienen que moverse del Poniente a la periferia de Almería, caso de su hijo, que trabaja en Huércal de Almería.

También Isabel Morales se quejaba del problema del transporte, denunciando que un trayecto que antes hacía en 15 minutos ahora tarda más de una hora.

Mario Cruz, estudiante de la Universidad de Almería, se encontraba con un problema similar, antes usaba el bus a la UAL que pasaba a las 07.55 y ahora tiene que coger uno más de media hora más tarde, además de recorrer una larga distancia para ello, ya que se ha suprimido la última parada de Aguadulce cerca al Puerto. Su madre, Marisol Tellez, que trabaja en Vícar, también quiso denunciar el «trastorno enorme» que supone la actual situación, si bien en su caso concreto para ir al trabajo el mayor problema es atravesar la avenida Carlos III ya que «hay atascos por todos lados».

Tampoco parece convencer la prohibición del tráfico de camiones entre las 7.30 y las 8.30 de la mañana, ya que algunos aseguran que los camiones no son el problema y otros advierten que el tráfico de camiones se concentrará a partir de las 8.30, lo que puede generar más atascos a partir de esa hora.

Como se recordará, para el próximo domingo 23 de febrero hay otra manifestación prevista, organizada por una plataforma en la que participan numerosas asociaciones y partidos políticos.

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