Cayuela Carrillo: «Mi propósito como escritor es no aburrir»

Presentado por el concejal de Cultura, Juan Carlos Muyor, asistieron también al acto la exedil de este área, María Dolores Ortega, amiga del autor; y Eloísa Cabrera, directora general de Vivienda y Regeneración Urbana de la Junta de Andalucía, que ha sido también responsable municipal de Cultura en el Ayuntamiento de Roquetas y delegada territorial de la Junta de Andalucía en esta misma materia.

En 'Las puertas del escritor', Francisco Cayuela Carrillo muestra una buena parte de la creatividad que le ha permitido tener seguidores en países de los cinco continentes. El autor ha conseguido, no en vano, crear una obra que reúne todos los requisitos necesarios para poder quedar en el recuerdo de aquellas personas que decidan adentrarse en ella.

Se mostró, además, muy emocionado por presentar su libro en el Castillo de Santa Ana. «Solo tengo palabras de agradecimiento para personas como María Dolores Ortega, que apuestan desde el primer momento por la cultura», afirmó, al tiempo que afirmaba que «este libro nace desde el profundo agradecimiento que tengo a mis primeros lectores, que me conocieron a través de las redes sociales y que comenzaron a enviarme fotografías desde distintos rincones del mundo».

«En 'Las puertas del escritor' hay tres géneros literarios. El lector encontrará el trabajo lírico a través de la poesía, después también encontrará la prosa a través del relato y, luego, se puede encontrar la sátira teatral, que utiliza el humor pero que tiene un trasfondo de crítica social», dijo.

«Lo he dado todo por mis lectores para que vean que soy una persona agradecida. Espero que lo lean, que les guste y mi propósito como escritor es no aburrir. El progreso en la sociedad solamente puede dar el que haya mejores personas y todo lector, y toda persona que ama la lectura es culto y sensible».

Recordó, asimismo, a sus padres, ya fallecidos: «Desde el cielo estarán muy orgullosos de mí. En este libro me desnudo y puedo decir que en la vida hay momentos de dificultades. En este libro tengo que liberar todas las emociones. Mis padres se fueron a Barcelona, él era minero y mi madre, ama de casa».

«Mi madre, una mujer de Carboneras que se llevaron al Pirineo catalán, con el miedo que le daba el mal tiempo, con frío y nieve. Y, sabiendo que tu marido es minero y no sabes si va a volver con vida, viviendo con esa angustia. He vivido la peor parte de la decadencia de mis padres. Con 13 años, mi padre se enfermó y tuve que empezar a cuidarlo. Cuando yo tenía 16 años, mi padre muere», recordó.

Y, desde esa edad, alternó sus estudios con el cuidado de su madre, a la que estuvo «cuidándola y dándole todo el amor que siempre pude», se sinceró a preguntas del público.

María Dolores Ortega se mostró, por su parte, encantada de poder presentar la obra de su amigo: «En el año 2020, en pleno confinamiento, se atreve a comenzar esta obra», que describió como «más madura, más ambiciosa y creativa», que está «dedicada a todos sus lectores».

«Cada una de las 110 puertas de este libro darán la clave para encontrar la llave y descifrar a través de la lectura todo el encanto que encierra: sorpresa, fantasía, alegría, tristeza, amor, fe, goce y mil emociones que el autor describe tras cada una de las entradas de ese mundo que nos traslada su lectura». «Este libro es un viajero de papel por el mundo», sentenció.