A juicio el acusado de atentar contra cuatro policías locales de Roquetas de Mar con una viga

Así lo han confirmado a Europa Press fuentes judiciales después de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Roquetas de Mar decretara para el sospechoso prisión provisional y sin fianza ante los hechos que tuvieron lugar el pasado 23 de octubre ante los posibles delitos de lesiones y atentado contra agentes de la autoridad.

Fue en esa mañana cuando dos agentes de Policía Local acudieron a la zona del Club Náutico de Roquetas de Mar para asistir a los operarios de limpieza del Ayuntamiento a retirar diverso material acumulado por el investigado en dicha zona, dado que realizaba acopio de materiales procedentes de basura en dicho lugar.

En su auto, consultado por Europa Press, el juzgado apunta que el detenido, de 60 años y al que le constan antecedentes similares, se mostró inicialmente en una «actitud tranquila» hasta el momento en el que los operarios retiraron una mochila, lo que «provocó una reacción violenta del investigado».

Así, un tercer agente se dirigió hacia él para que «se apartara del lugar», momento en el que el investigado «se encaró con éste» y «comenzó a arrojarle diversos objetos» como una sartén y varias cañas de pescar.

Acto seguido, el acusado habría cogido un listón de madera de grandes dimensiones con el que habría golpeado al policía en la zona izquierda de la cabeza, lo que hizo que este cayera al suelo «muy aturdido» y que «perdiera el conocimiento temporalmente».

Tras ello, habría intentado golpear de nuevo al agente en la zona de la cabeza sin conseguirlo por la intervención de uno de sus compañeros, quien «recibió un golpe por parte del investigado en la zona de la cabeza», lo que le ocasionó una brecha que requirió ocho puntos de sutura.

Finalmente, los demás agentes presentes en el lugar intentaron reducir y detener al investigado, quien habría iniciado un forcejeo durante el cual el investigado «continuó asestando golpes a los agentes, propinando patadas y cogiendo piedras con la intención de arrojarlas hacia ellos, hasta que cayeron al suelo y consiguieron inmovilizar y engrilletar al investigado».

La instructora ordenó el ingreso en prisión al apreciar un riesgo «elevado» del que el acusado pudiera volver a cometer hechos similares así como por gravedad de los hechos ante la «entidad de las lesiones causadas y las circunstancias en las que se produjeron las agresiones».

En este sentido, tuvo en cuenta que el detenido tiene antecedentes penales por hechos de la misma naturaleza así como el riesgo de fuga del mismo «a la vista de la entidad de las penas que podrían llegar a imponérsele».