Denuncian agresiones a guardias civiles: «Les increpan y les lanzan objetos»

Esta afirmación ha sido remitida por la citada organización tras el incidente ocurrido durante la noche del pasado viernes en el barrio de Las 200 Viviendas de Roquetas de Mar, «cuando los guardias civiles actuantes fueron atacados después de preguntar a una pareja la razón por la que se encontraban fuera de su residencia estando decretado el estado de alarma». Un incidente que ha finalizado con ambos condenados y el varón de la pareja, en prisión.

Según el relato de AUGC, la pareja respondió a los agentes actuantes «que se dirigían a la compra por tener hambre», por lo que se les indicó «que dicha acción sólo podía llevarse a cabo de manera individual, por lo que procedieron a pedirles su documentación».

«La reacción del hombre fue agredir a los guardias civiles, que además fueron increpados por vecinos que acudieron a la zona y que llegaron a arrojarles diversos objetos», han descrito en un comunicado desde la organización de guardias civiles.

El varón detenido y que ya se encuentra en la prisión de El Acebuche, que según la AUGC es popular «por sus conocimientos de Kick Boxing», fue detenido por la Usecic de Almeria, siendo puesto a disposición judicial el pasado lunes 27 de abril.

A causa de esta agresión, han asegurado, «el capitán jefe del Puesto Principal de Roquetas de Mar, recibió un fuerte golpe en el pómulo, mientras que los demás agentes sufrieron diversas contusiones».

Para este colectivo profesional, la vivida en Roquetas es «una situación absolutamente inasumible en un Estado de Derecho» y acusan al propio Ministerio del Interior del «abandono» que sufren ya que, incluso, «se siguen negando unas instalaciones dignas.

AUGC es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil. Cuenta con representación en todo el territorio español, en cada una de las unidades y especialidades del Cuerpo y viene liderando el movimiento asociativo desde la llegada de la democracia, cuando nació como un sindicato clandestino. Su lucha por la democratización y la desmilitarización de la institución le valió en 2010 el Premio Nacional de Derechos Humanos que concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (Apdhe).