Con los últimos rayos de sol vespertino se abrían las puertas de la Capilla de la Hermandad de la Buena Muerte, Amargura y Salud, situada en la recién inaugurada Plaza del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de El Parador de las Hortichuelas.
El primer paso en salir fue el de canastilla del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, imagen del escultor Jesús Curquejo Murillo, cubierto con un manto de claveles rojos y cuatro jarras de flores de rosas rojas y estatices en tonos morados. Este año estrenaba la última fase de pintura y barnizado de los faroles de cola de los extremos. Tras él, podíamos contemplar la Banda de Cornetas y Tambores del Santo Sepulcro de Cehegín, venidos desde Murcia.
Dejadas atrás las cornetas y tambores, empezaba a desfilar el tramo Mariano del cortejo procesional. María Santísima de la Amargura se abría paso entre incienso y flores en tonos blancos y morados. Tras el paso, acompañaba la Asociación Musico Cultural Daliense (Dalías).
Al término del recorrido, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte esperaba a Madre, Nuestra Señora de la Amargura que llegaría minutos después a su encuentro. Una vez situados los dos pasos en la plaza de la Capilla, se procedió a las últimas emotivas chicotás, que ponen el punto final a los actos procesionales de la Semana Santa 2023 de El Parador.
Las Sagradas Imágenes volverán a estar expuestas al culto, en su Parroquia, este Sábado Santo, cuando se vuelvan a abrir sus puertas para la celebración de la Vigilia Pascual.
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