Condenados a vivir sin luz natural

Alexander, un ciudadano alemán que se trasladó a vivir a uno de esos pisos en 2019 junto a su mujer y su hijo, es uno de los afectados y denuncia que el futuro museo les obliga a tener las luces encendidas durante todo el día.

Según explica, ellos compraron el piso en 2019 y cuando lo hicieron se aseguraron de no tener ese problema, comprobando que el Ayuntamiento quería hacer un museo frente a su balcón. Pero claro, por aquel entonces el proyecto del museo era de planta baja y respetaba la casa Anita Guerrero, tal y como se comprometió el Ayuntamiento cuando adquirió la emblemática vivienda. Sin embargo, el Consistorio cambió de opinión poco después de iniciar las obras del proyecto inicial, asegurando que la estructura se encontraba en mal estado y que había que derribar la vivienda original, encargando un nuevo proyecto que solo salvaba de la casa la fachada y que multiplicaba su superficie construyendo dos plantas más encima.

De la noche a la mañana, tras derribar la vieja casa Guerrero, estos vecinos se han encontrado con una pared que casi pueden tocar desde su balcón, sumiendo sus hogares en la oscuridad. Algo que, aseguran, se ha agravado por el recorte de la calle que se ha realizando aprovechando las obras, porque la fachada original de la casa se retranqueaba conforme se avanzaba en la calle 28 de febrero desde la Plaza de la Constitución. Las obras se han usado para dejar la fachada recta, lo que ha supuesto eliminar un trozo de calle.

Alexander explica que la luz que les ha quedado en la fachada exterior de su piso es tan escasa, que la habitación de su hijo de dos años, que da a un patio interior, es ahora mucho más luminosa que el salón y se muestra convencido de que de haberse hecho con el solar un promotor el problema sería menor, porque éste habría sido el primer interesado en no vender unos pisos tan oscuros y cercanos a la fachada de enfrente, pero, se lamenta, el proyecto que se está acometiendo se ha hecho «sin pensar en la gente».

Son varios los vecinos afectados, si bien los que sufren las consecuencias del proyecto son sobre todo los del primero y el segundo, siendo muchos de ellos alquilados. Algunos como Alexander han puesto su caso en manos de un abogado.

El Ayuntamiento invita a los vecinos a esperar a que terminen las obras

El Ayuntamiento confirmó ayer a IDEAL que han recibido quejas de algunos vecinos, a los que se les ha dado toda la información que han requerido. El Consistorio les ha pedido que esperen a que las obras estén terminadas para comprobar la luz que entrará en sus viviendas una vez ejecutado el proyecto.

Además, se ha asegurado que la altura del edificio cumple escrupulosamente la altura permitida en el PGOU, y sobre la absorción de un trozo de calle, se ha aclarado que ha sido una «corrección del desvío de la fachada lateral» de 15 centímetros que se ha realizado para que fuera recta, aunque los vecinos dicen que ha sido mucho más de 15 centímetros.

Fuentes municipales aclararon igualmente que no se trata de una medianera, como algunos vecinos han alegado.