El Castillo de Santa Ana acogerá por primera vez la investidura de la nueva Corporación

En las últimas investiduras ha surgido el debate sobre la limitación de espacios del actual Salón de Plenos para albergar a la cantidad de público que quiere asistir al acto de inicio de la nueva Corporación. De hecho, ya en los actos anteriores más recientes hubo que acondicionar pantallas y sillas en los pasillos cercanos al Salón de Plenos para acoger a los espectadores que no podían acceder a la sala, cuyo limitado tamaño hace que se llene prácticamente solo con los familiares de los concejales.

Este año además, a las limitaciones ya evidentes desde hace años, se suma un problema adicional, ya que hay que recordar que la próxima Corporación de Roquetas de Mar tendrá 27 concejales, dos más que hasta ahora, lo que también supone todo un reto para hacer sitio en unas bancadas que ya de por sí estaban demasiado comprimidas para los 25 que había hasta ahora.

Por ello, las limitaciones de espacio del actual Salón de Plenos irán más allá de la constitución de la nueva Corporación y por el momento se desconoce cómo se van a organizar las sesiones con 27 miembros a partir de ahora, algo que según fuentes municipales se está estudiando, no descartándose que los próximos plenos municipales de esta nueva legislatura se celebren en el mismo Castillo de Santa Ana o en otros lugares más amplios como la Biblioteca Municipal, al menos mientras se le da solución definitiva.

Hay que recordar que el alcalde en funciones, Gabriel Amat, que revalidará su mandato el próximo 17 de junio, ya dejó caer en anteriores plenos celebrados en el mandato que está a punto de finalizar, que la sala será reformada próximamente.

De hecho, buena parte de la Casa Consistorial será reformada en breve, según se recogió hace unos meses en el Plan de Contratación previsto para este 2023, en el que como desveló IDEAL, se ha incluido una previsión de 1,3 millones de euros para esta actualización del edificio municipal principal.

La remodelación del Ayuntamiento no solo se debe a la necesidad de acometer cambios para albergar el aumento de necesidades, obedece también a una profunda organización de las áreas que se inició recientemente con la compra de edificios en el centro a los que se trasladarán varias dependencias, como en el caso de los antiguos juzgados ya comprados por el Ayuntamiento y para cuyos locales se ha previsto invertir más de un millón de euros en su adaptación.