Las campanas de la parroquia de Aguadulce repican por primera vez

El obispo invitó a «dar gracias a Dios porque vemos realizada una ilusión de muchos años de esta comunidad, punto de partida para la finalización de la torre, que vemos que finalmente es un hecho gracias a la ayuda del municipio y a la ilusión de todos». Tras la bendición, Adolfo González fue el encargado de tañer la campana principal.

El párroco, Antonio Jesús Martín Acuyo, agradeció igualmente la presencia del obispo y la ayuda del Ayuntamiento, así como a la hermana mayor y la teniente de hermana mayor de la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen. Tal como explicó, la campana más grande toma el nombre de la patrona de Aguadulce, Nuestra Señora del Carmen o del Monte Carmelo, mientras que la segunda en tamaño ha sido nombrada San José, «precisamente, y sin saberlo, cuando el Papa Francisco ha designado este año como 'josefino'», mientras que la última de ellas se denomina San Gabriel Arcángel, encargado de la Anunciación, «y será la que suene todos los días a las doce del mediodía, hora del Ángelus».

Y es lo que harán estas tres campanas, anunciar, llamar, congregar. Así lo expresó el obispo en la bendición y en la posterior misa: «La propia palabra iglesia significa 'congregación' y es lo que hace el toque de las campanas, congregarnos en asamblea. Que siempre que oigamos su voz nos acordemos de que somos una familia», deseó.

La nueva torre campanario se alza ya en la iglesia que la parroquia ha construido en base al proyecto original del templo y gracias a la implicación de su párroco, que en estos años ha llevado a cabo numerosas iniciativas para lograr los fondos necesarios, desde venta de velas, de mascarillas hasta llaveros con una réplica de las campanas. Un trabajo que completó la subvención otorgada por el Ayuntamiento para esta construcción.