El buque Blancazul de Promar regresa a Roquetas para ofrecer paseos de divulgación y concienciación

El principal objetivo de estos itinerarios de educación ambiental por la costa roquetera es mostrar a todos aquellos visitantes que naveguen con ellos la gran biodiversidad que albergan los ecosistemas marinos de la bahía del municipio. «No se trata solo de dar un paseo en barco y darse un baño, sino que lo que nos interesa es que la ciudadanía conozca la riqueza de nuestros mares y la importancia de cada uno de nosotros para su conservación» afirmó al respecto el coordinador de la asociación, Paco Toledano.

Como el verano pasado, los recorridos tendrán una duración de al menos tres hora y prestarán especial atención a las praderas de Posidonia oceánica que protegen las costas del municipio y que según Promar convierten a sus aguas en unas de las de mejor calidad de la provincia de Almería.

También, los voluntarios de la asociación, con la ayuda de maquetas a tamaño de real, y de diferentes muestras de fauna y flora, harán un recorrido por las diferentes especies de cetáceos y tortugas marinas que habitan en las costas, su biología, los problemas a los que se enfrentan y la manera en la que se les puede ayudar.

Observación de delfines

Uno de los grandes alicientes de las salidas es poder observar a la familia de delfines mulares que utilizan la piscifactoría de Aguadulce para alimentarse, siempre manteniendo las distancias obligatorias que recoge la normativa para garantizar la seguridad de los cetáceos.

En este sentido, y ante la existencia de algunos incidentes en los últimos años por observaciones de embarcaciones particulares y motos acuáticas, desde Promar se resaltó la importancia de formar e informar del Real Decreto 1727/2007, por el que se establecen medidas de protección para los cetáceos, «a todas las embarcaciones de la zona, con especial atención a las empresas y usuarios de motos de agua, ya que en muchas ocasiones, por su fácil maniobrabilidad, se acercan demasiado a los animales poniéndolos en peligro e incurriendo en un delito fuertemente sancionado».

A la educación ambiental se le une la interpretación del patrimonio y la historia del municipio desde el mar, además de un rato de ocio para que los participantes se bañen en el mar.

Para garantizar la seguridad de los visitantes, la Blancazul ha adoptado todas las medidas recomendadas por las auto ridades sanitarias. La embarcación se desinfecta entre un grupo y otro, se dispone de geles hidroalcohólicos, es obligatorio el uso de mascarilla y hay espacio suficiente para garantizar la distancia de seguridad, según se destacó desde esta asociación.

Promar lleva casi veinte años trabajando por la conservación de los mares y la protección de las especies que lo habitan. La Escuela del Mar de Alborán, que este verano cumple siete años, es su herramienta para acercar a la ciudadanía al mar. Desde ella se han llevado a cabo diferentes campañas de voluntariado ambiental para sensibilizar de las basuras marinas, proyectos científicos como el estudio sobre microplásticos en la costa de Adra o actividades de educación ambiental.

Más información sobre este tipo de rutas en el teléfono 616 40 53 90.