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La bronca política se instala en Roquetas con la crisis de la Covid-19

El municipio está siendo una excepción, en una provincia en la que el consenso es la tónica habitual a la hora de afrontar la crisis

Julio Valdivia

Roquetas de Mar

Sábado, 2 de mayo 2020, 00:37

A diferencia del resto de grandes municipios de la provincia, en Roquetas de Mar se ha instalado la bronca política desde que comenzara la crisis de la Covid-19. Una comunicación de muy bajo perfil, sobre todo en las primeras semanas en las que apenas se informó; una falta de diálogo y consenso entre el equipo de Gobierno y el resto de grupos, y la negativa a celebrar plenos telemáticos que se están extendiendo por el resto de la provincia, han sido los ingredientes de un conflicto que no deja de agudizarse y que también está pasando factura al propio equipo de Gobierno, donde las divisiones ya conocidas internamente desde hace meses, han quedado en evidencia.

Pasadas las primeras semanas del estado de alarma, en las que hubo cierto periodo de gracia, la oposición está denunciando en bloque la falta de información y diálogo del alcalde y su equipo de forma insistente. De hecho, hay que destacar que la crisis de la Covid-19 ha unido por primera vez en esta legislatura a toda la oposición roquetera a la hora de criticar la actitud del primer edil, incluidos partidos con ideologías tan dispares como Vox o Izquierda Unida, pasando por el PSOE o Ciudadanos. Según han asegurado, la única consulta realizada por Amat a la oposición hasta la fecha ha sido la decisión de suspender la celebración de fiestas y eventos, asunto tratado en la única junta de portavoces celebrada hasta la fecha tras reclamarla los grupos.

Ello está desembocando en un clima de confrontación que por el momento mantiene rota cualquier posibilidad de consenso, lo que contrasta con el ambiente de colaboración y aprobación unánime de medidas sociales, que se está dando en otros municipios e instituciones como la Diputación, o los ayuntamientos de Almería capital o El Ejido.

Sin plenos telemáticos

Uno de los factores que han influido en esta crispación ha sido la negativa a la celebración de un pleno desde que se aprobó el estado de alarma. Roquetas de Mar, municipio que lleva años presumiento de apuesta tecnológica y de innovación, asegura que no tiene herramientas para poder celebrar un pleno telemático seguro. Un impedimento que no parecen tener la Diputación, Almería capital, El Ejido, Vera, Huércal de Almería, Cuevas del Almanzora o Adra, entre otros muchos, que sí han celebrado sesiones sin incidentes, y ello pese a que en algún caso se han estrenado en Internet con esta crisis, mientras que Roquetas lleva ya muchos años retransmitiendo por YouTube sus sesiones.

Desde la oposición se asegura que es en el pleno donde el alcalde debería dar cuenta de la crisis del coronavirus, y debatir y consensuar, como están haciendo en otros lugares, las medidas de apoyo a familias y empresas. Por su parte, Amat y su equipo de Gobierno se han defendido acusando a la oposición de deslealtad y asegurando que los grupos municipales están usando la crisis de la Covid-19 con fines políticos. Amat y los suyos no han dejado de insistir desde que se inició la pandemia en que el 'mando único' del Gobierno ha dejado a los alcaldes sin competencias y sin margen para hacer prácticamente nada. Ello explicaría, según el PP roquetero, el perfil extremadamente discreto de su equipo de Gobierno.

Sin embargo, su actitud nuevamente contrasta con la vertiginosa actividad que mantienen el resto de los principales municipios de la provincia, que desde que se desatara la crisis, están tomando medidas económicas y sociales, y tratan de mantener la actividad cultural y deportiva usando la tecnología. Hay que mencionar no obstante, que en Roquetas se están tomando algunas actuaciones similares a las de otros municipios, caso del reparto de alimentos a familias sin recursos, aunque apenas se ha informado de ello.

Tensiones en el PP

Este 'apagón informativo', que se ha corregido en parte tras la crisis sanitaria de la residencia de mayores en la pasada Semana Santa, ha generado tensiones dentro del propio equipo de Gobierno. No todos parecen estar de acuerdo con esta particular estrategia.

Concretamente, hay que mencionar la excepción que supuso, especialmente en las primeras semanas, el concejal coordinador del área de Desarrollo Urbano, Francisco Gutiérrez, que informó de algunas de las actuaciones que estaba adoptando vía redes sociales, manteniendo (o al menos comunicando) una actividad mucho mayor que el resto de áreas. Una actitud que algunas fuentes ven detrás de la decisión de apartar a Gutiérrez de las mesas sectoriales que ha organizado Amat para pulsar la situación de la economía roquetera y estudiar medidas, pese a llevar una de las áreas clave, de la que dependen cuestiones como los servicios públicos, las nuevas tecnologías o el transporte. Aunque sí está participando en esas reuniones el concejal de una de las delegaciones dependientes de Desarrollo Urbano, José Luis Llamas, responsable de Medioambiente y Ordenación (Urbanismo).

Desarrollo Urbano no es la única área de gobierno que se ha quedado fuera de esas mesas sectoriales, ya que de las seis grandes áreas en las que Amat ha dividido a su equipo en este mandato, tampoco está participando la de Familia, de Loles Moreno, que controla las políticas sociales, el voluntariado y la participación, o Hacienda y Contratación, de Maite Fernández, de la que depende también la atención ciudadana y la gestión tributaria. Sí participan, además del mencionado José Luis Llamas y de Gabriel Amat, José Juan Rodríguez de Gobierno Interior y Proyección Cultural y Deportiva; Rocío Sánchez Llamas, de Presidencia (de la que depende también Agricultura) y Francisco Barrionuevo, de Turismo y Comercio.

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