Apartamentos 'Las Yuccas': arquitectura y geometría en Aguadulce

Nuestros más fieles lectores recordarán que hace más de 4 años dedicábamos un artículo a 'El Palmeral', un bloque de apartamentos diseñado por el arquitecto Fernando Cassinello y ubicado en Aguadulce, en el Paseo del Palmeral. Ya en su momento señalábamos las características del edificio, a medio camino entre la arquitectura y la ingeniería, soportado por varios potentes arcos y con varios elementos muy mediterráneos. Justo al lado de 'El Palmeral' encontramos 'Las Yuccas', otro grupo de apartamentos con diferentes características, pero en los que Cassinello supo plasmar también su visión de la edificación.

Todos estos edificios debemos ubicarlos en el contexto de la Urbanización de Aguadulce, declarada como Centro de Interés Turístico Nacional en 1964, así como en el del desarrollismo de los años 60 y 70. Fruto de ello, los cascos históricos de numerosas ciudades españolas se vieron invadidos por altísimas construcciones, con escaso respeto al patrimonio previo, así como numerosos tramos de litoral. No obstante, de vez en cuando encontramos buenas obras de arquitectura que resultan poco agresivas para su entorno y su contexto, ya fuese por la capacidad de influencia del arquitecto, a la moderación del promotor o a la contención del plan urbanístico.

Los apartamentos 'Las Yuccas' son un buen ejemplo de ello. Por un lado, se trata de un bloque muy horizontal y poco vertical, contando solamente con 4 plantas que dominan la Plaza de las Yucas, como lugar de aparcamiento y esparcimiento vecinal. Por otro, los bajos del edificio se encuentran liberados, siguiendo la idea de evitar crear grandes pantallas en este nuevo paisaje urbano, y en su lugar favorecer la conexión visual e incluso poder ver el mar desde distintas localizaciones. Esta última cuestión, no obstante, se ha convertido hoy en imposible por las numerosas construcciones que han ido aflorando con no tan buenos criterios urbanísticos.

La maestría de Cassinello comienza por la base del edificio, pues los bajos son diáfanos debido a que los 3 bloques que componen 'Las Yuccas' se apoyan sobre una serie de potentes pórticos de hormigón, muy llamativos por su color rojizo. Se trata de una arquitectura pretendidamente desnuda, que solo se reviste de color, y que se vuelve a manifestar en los blancos muros de ladrillo con unos exagerados ribetes de cemento, que, a pesar de ello, enlazan con la arquitectura popular y mediterránea.

Las plantas superiores son prácticamente idénticas entre sí, pero van alternando las ventanas y las terrazas con las celosías de cerámica, que diferencian los espacios y son un inteligente recurso para aportar privacidad, además de enlazar con la planta baja debido a su color. Sin embargo, seguramente una de las cuestiones más interesantes de este edificio sea precisamente el acceso a los distintos apartamentos.

Así, justo en la parte trasera del edificio encontramos los pasillos con las respectivas puertas de cada vivienda y, para acceder a ellos, unas escaleras exterior zigzagueantes que desafían la mirada de cualquier espectador. Arquitectónicamente solo se apoyan en el edificio por un lado, mientras que en el otro no hay nada, quedando en voladizo donde nuestro ojo querría ver un pilar o algún otro tipo de soporte.

La pericia de Cassinello, el control de las estructuras y el buen conocimiento de los materiales convierten a 'Las Yuccas' en unos de los edificios más interesantes de todo el municipio, con tal identidad que hasta cuenta con letrero propio diseñado por el propio arquitecto.

Éste y tantos otros son inmuebles a preservar, a mantener en sus proporciones, diseño y colores, para seguir conservando el mejor patrimonio de nuestra historia reciente.

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