La amenaza de sanciones ahuyenta las caravanas de los 'camping' improvisados

La amenaza de sanciones parece haber acabado, al menos por el momento, con un problema que en el municipio se lleva arrastrando desde hace más de una década y sobre el que hasta ahora no se había podido poner orden. Eso sí, aunque muchas caravanas parecen haberse marchado a otros lugares más permisivos, otras muchas permanecen en el municipio estacionadas en las calles, como ayer pudo comprobar IDEAL. En Las Salinas por ejemplo, han abandonado en su gran mayoría la franja litoral de tierra existente junto al paseo marítimo, pero este martes se podían ver muchas en la avenida Legión Española y otras calles del barrio, y además en gran número técnicamente acampadas, con ventanas abiertas e incluso calzos puestos, algo que no está permitido.

Pese a todo, los vecinos que se venían quejando de las molestias de las caravanas se mostraron ayer muy satisfechos por la reducción del número en las zonas litorales, que era donde mayores problemas estaban ocasionando. Fue el caso de la Asociación de Vecinos Las Salinas-Países Europeos, cuyo presidente, Aitor Fernández, no tenía ayer más que palabras de agradecimiento para el Ayuntamiento, y concretamente para el alcalde por haber eliminado casi por completo las caravanas existentes frente a sus viviendas.

La asociación, que mantuvo el lunes una reunión con Amat para tratar la cuestión, había presentado varias reclamaciones denunciando molestias y problemas de insalubridad, así como muchos vecinos de manera individual. Su presidente reconocía que este problema es «muy difícil» de afrontar, pero los pasos dados en los últimos días son motivo de celebración.

En Playa Serena también hay satisfacción por la reducción de las caravanas en los aparcamientos situados en primera línea de playa, si bien en la mayor zona turística del municipio conviven dos opiniones diferenciadas, ya que los vecinos se quejan de las molestias, pero muchos comerciantes ven a los autocaravanistas como la única fuente de ingresos de visitantes en los meses de invierno.

Un asunto complejo

La complejidad del asunto era ayer destacada por el alcalde roquetero, Gabriel Amat, que reconoció que «no es fácil» poner solución al problema. «Comprendo a los que tienen su caravana y quieren hacer turismo y también comprendo a los vecinos a los que les quitan su tranquilidad», admitió el primer edil.

Amat afirmó que las caravanas que han llegado este año «son demasiadas» y «están creando trastornos muy complicados» y dijo estar trabajando para «buscar la fórmula menos complicada posible» para solucionar el problema. El alcalde anunció la colocación de los carteles prohibiendo los estacionamientos en Las Salinas, Aguadulce y Playa Serena y recordó a los autocaravanistas que desde hace poco más de un año se cuenta en el municipio con un área de caravanas cerca de la lavandería de Hoteles Playa, donde pueden acampar de forma legal.

El problema de las caravanas viene protagonizando intensos debates en el municipio desde hace muchos años, y raro es el invierno en el que no se trata el tema varias veces en los plenos municipales. Hasta ahora el Ayuntamiento se había mostrado incapaz de poner orden al asunto, aunque se ha intentado diferentes fórmulas como la aprobación de una Ordenanza que fue aprobada con el consenso de todos los partidos. En el Pleno de la semana pasada PSOE y Cs reclamaron su aplicación y denunciaron el problema, anunciando al día siguiente el alcalde la imposición de sanciones que parecen haber tenido su efecto.