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Julio Valdivia
Martes, 10 de mayo 2016, 10:59
El inicio del espectáculo vino marcado por sus inicios en la radio. Desfilaron por el escenario desde Luis del Olmo hasta el recordado 'Joaquín Luqui' con sus '40 celestiales'. Espectacular ver a Latre en el personaje de José Ramón de la Morena, haciendo pasar a otros personajes del deporte como Cristiano Ronaldo, Messi o Iniesta. Excelentes las imitaciones de Latre.
La televisión también marcó la popularidad de Latre, por ello hace un extensísimo repaso a su paso por Crónicas Marcianas, contando con la voz en off de Xavier Sardá quien fue enumerando personajes que imitó hace años en el programa mientras que Latre iba representando sin descanso los más de veinte personajes. La ovación del público es espectacular es uno de los momentos más llamativos, entrañables y sorprendentes de "15 años no es nada".
Pero más que simples monólogos, Latre en '15 años no es nada' baila y canta y además lo hace bien. Por eso cuando recuerda a Raphael o Julio Iglesias, el público no puede dejar de reír. Claro que cuando imita a Nina, la directora de Operación Triunfo, llega un momento que hasta el propio Latre no puede dejar de sonreír. Conseguí con perfección los personajes de David Bisbal y David Bustamante.
El espectáculo está muy bien pensado y ejecutado con maestría. Nada más iniciarse el espectáculo hay un guiño a los grandes musicales de Broadway ya que hay una impresionante escalera central, la cual se abre desde el medio partiéndose en dos, después un impresionante juego de luces, convierten el espectáculo en algo parecido a un show de Broadway.
En '15 años no es nada' estuvieron presentes de una u otra manera los personajes que han marcado su trayectoria profesional, pero Latre en continua actualización de sus registros, se atreve con un buen puñado de nuevas imitaciones, algunas de ellas muy acertadas y delirantes como la de Tom Jones, fantástico.
Durante el espectáculo, Carlos Latre deleita con una estupenda voz, innumerables registros vocales y un buen puñado de números musicales que hacen mucho más fresco el espectáculo. Latre demuestra ser un genio del escenario, tiene un gran dominio de la escena y en algunos casos llega hasta sorprenderse el de la facilidad que tiene para cambiar de registro sobre la marcha.
El público se marchó encantado del Teatro Auditorio después de haber pasado 90 minutos riendo y disfrutando de un espectáculo único. Carlos Latre regresó a Roquetas, una tierra a la que tiene mucho cariño y dejó constancia de su capacidad interpretativa.
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