Las fiestas de Santa Ana llegan a su fin con los actos más tradicionales

Las actividades de ayer fueron las que mayor número de participantes concentraron, tanto por la mañana, con la travesía a nado, los concursos de castillos de arena, de balcones y engalanamiento de barcos y los juegos infantiles, como las de la tarde, como la tradicional cucaña, que es una de las actividades que mayor número de público concentran.

Feria del mediodía

La feria del mediodía también tuvo ayer su mayor presencia de público, quizá adelantando lo que ocurriría horas después con la tradicional procesión marítimo terrestre, en la que volvieron a participar miles de personas.

Pero sin duda, el gran éxito un año más está siendo el recinto nocturno y sus múltiples atracciones y puestos, que antes de que se ponga el sol ha venido contando durante todos estos días con numeroso público de todas las edades.

Las atracciones han tenido una gran animación durante toda la semana, especialmente con la asistencia de numerosos niños, mientras que los mayores han disfrutado más de los puertos de alimentación y de los de venta de objetos de artesanía, que como todos los años se han instalado en el recinto ferial, este año concentrado en torno al recinto portuario, lo que ha facilitado el acceso.

La tradicional procesión marítimo terrestre puso fin ayer a las fiestas de este barrio roquetero y lo hizo, como viene siendo habitual, con la presencia de miles de roqueteros y visitantes, si bien este año se notó algo menos de público que en ediciones anteriores, quizá ahuyentado por las altas temperaturas que se registraban a última hora de la tarde de ayer.

La procesión arrancó pasadas las seis y media con la salida de las imágenes desde la iglesia del Puerto y recorrió las principales calles de este histórico barrio de Roquetas para hacer su habitual y multitudinaria parada a los pies del Faro, donde recibió el lavado de cara de las manos del alcalde, Gabriel Amat, y miembros de la Hermandad de Santa Ana.

El momento del lavado de cara es uno de los más emotivos de todo el recorrido. Al grito de «¡Viva Santa Ana!» miles de personas homenajean a la virgen, que ya con la cara limpia, es colocada para observar el mar y el proceso de devolución de las aguas bendecidas al mar, de manos de un agente de la Policía Local de la ciudad.

Reiniciada la marcha, Santa Ana y la Virgen del Carmen se dirigieron después al Puerto, donde embarcaron en medio de una gran expectación, como todos los años.