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j. valdivia
Jueves, 16 de marzo 2017, 08:07
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El pleno del martes también trató la liquidación del presupuesto del año pasado, cifras que fueron criticadas por PSOE e IU y defendidas, evidentemente, por el PP.
Desde las filas socialistas el concejal José Manuel Olmo, denunció el retraso en la ejecución de obras que «no es que lo digamos nosotros, lo dice el interventor en su propio informe», un análisis del interventor que según denunció el edil, también asegura que no se cumple con el objetivo de la regla del gasto con una desviación de casi 17 millones de euros, lo que «nos aboca a la creación de un plan económico financiero».
Para el PSOE, el hecho de que el grado de ejecución de las cuentas del año pasado sea bajo «indica que la gestión del presupuesto no es todo lo buena que se podría esperar y que cuando se elabora el presupuesto hay muchas partidas sobrevaloradas y alejadas de la realidad».
Por su parte, el concejal de IU, Juan Pablo Yakubiuk preguntó al alcalde, Gabriel Amat si consideraba «normal» que se produjera un desvío del 32% en el presupuesto con numerosas modificaciones que se hicieron el año pasado. «¿Considera que esto es una gestión seria?», preguntó el edil, quien añadió que «por mucho menos se ha despedido a administradores».
IU criticó igualmente el remanente positivo de tesorería de más de 30 millones registrado el año pasado, «no es bueno no gastar, sino que revela la falta de trabajo y compromiso, ya que son partidas contempladas», dijo Yakubiuk. La formación criticó que apenas el 50% de las inversiones previstas se ejecutaran en 2016 mientras que «lo que sí se cumple es el pago a los bancos». Además también denunció que todas las partidas de ingresos por impuestos directos e indirectos aumentaron, al igual que lo hicieron las de las transferencias de otras administraciones, lo que supone un incremento en más del 30% sobre las previsiones, algo que para la formación refleja «falta de previsión».
Desde el equipo de Gobierno, el concejal de Hacienda, Pedro Antonio López defendió las cuentas y una gestión que calificó de «impresionante». Sobre los remanentes positivos, recordó que cuando en 2008, al inicio de la crisis se registró un déficit de 15 millones de euros «nos ponían verdes» y que ahora las críticas se hacen porque el Ayuntamiento está teniendo saldos positivos en las cuentas en los últimos años.
El edil de Hacienda defendió el estado de las cuentas municipales asegurando que «tenemos estabilidad presupuestaria». Además, los fondos líquidos al final del año eran de casi 30 millones de euros y la deuda a largo plazo era de «sólo» 10 millones de euros «más un adelanto de 2,9 millones que nos hizo la Junta de Andalucía». Roquetas tiene actualmente, según cifras del edil de Hacienda, un porcentaje de endeudamiento del 14,5 por ciento.
Unas cifras con las que también sacó pecho el alcalde, Gabriel Amat, que cerró el debate. Amat recordó que el porcentaje de ejecución de las inversiones es tan bajo porque no se incluyen los 10 millones de euros comprometidos en proyectos que no están terminados aún y justificó los incrementos tan altos en recaudación porque «tenemos una recaudación buenísima, de las mejores».
Para el alcalde, Roquetas está en una situación «buena», que dijo que era «de las mejores de Andalucía, posiblemente de los municipios de más de 50.000 habitantes no habrá dos como está el Ayuntamiento de Roquetas», aseguró con respecto a las cuentas de 2016.
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