Antonio Enciso: 'España: sin rumbo ni capitán'

 

Carecemos de brújula, de rutas y de Capitán, la tripulación iza banderas buscando un norte al soplo de vientos de izquierda y derecha que ambos se anulan, y mientras el barco sigue estancado dando vueltas sobre sí, agotando existencias y generando tensiones entre los pasajeros. En esta situación estamos, estancados esperando a que el Capitán coja el timón y nos lleve a buen puerto o que por fortuna el viento nos lleve. Pues ni lo uno ni lo otro, ni Rajoy sabe capitanear España ni nadie por fortuna nos salvará de esta.

?No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país?, célebre frase de J. F. Kennedy que puede aplicarse en este momento. Es cierto que de la crisis sólo saldremos si todos arrimamos el hombro, si todos nos llenamos de fuerzas y decimos de sacar España adelante. Pero qué vamos hacer los españoles si tenemos un Gobierno que hoy dice A y mañana B, si llegó mintiendo al poder, si miente más que habla e incumple promesas a diario. Un Gobierno que no es transparente con sus ciudadanos no puede pedir un esfuerzo común de todos, porque no sabemos qué debemos hacer, no sabemos cuál es el rumbo a seguir por nuestro país para salir de la crisis y así todos podamos mejorar nuestra situación. Estamos en una situación en la que el Gobierno sólo nos exige sometimiento, tragar, aguantar el peso a cambio de nada. Un Gobierno que somete y encima lo hace sin consensuar la decisión con los ciudadanos es un Gobierno deslegitimado y no hay peor situación para un país que en situaciones de crisis no estar legitimado por sus ciudadanos.

No sé  ustedes, pero yo no estoy dispuesto a seguir aguantando más losas sobre mi espalda, no estoy dispuesto a navegar en un barco sin Capitán y sin rumbo, España es un gran país que se merece algo mucho mejor que un Gobierno despótico de ?ordeno y mando?, insensible a los problemas de los ciudadanos, sumiso a los poderosos y sin proyecto real para sacar al país del hoyo en el que se encuentra. Destruir todo y luego comenzar de nuevo no es el mejor rumbo para España y es lo que están haciendo. Es el momento de ponerse en pie, dar un puñetazo en la mesa, unirse sin distinción política y plantarse. España necesita un nuevo Capitán, pero sobre todo necesita un rumbo y entre todos podemos construirlo.