La falta de policías obliga a recurrir a voluntarios para vigilar los colegios

 

En los tres casos, según la propuesta de la concejala de Recursos Humanos y Empleo, Francisca Toresano, aprobada recientemente, se encuentran en zonas «con mucha afluencia de vehículos, donde se concentran tanto los padres que acuden a llevar a sus hijos como los procedentes del tráfico rodado ordinario».

En las entradas y salidas de los tres centros, como en otros muchos del municipio, se hace necesaria la presencia de agentes de la Policía Local que se encargan de regular el tráfico de vehículos en los pasos de peatones cercanos y proteger así a los alumnos. Sin embargo, la gran cantidad de centros escolares existentes en la localidad y unos servicios policiales cada vez más mermados por el plan de ajuste municipal, que no solo no permite convocar nuevas plazas, sino que tampoco cubre las vacantes que se producen, ha obligado al Ayuntamiento a buscar otras soluciones alternativas.

El Consistorio reconoce la «imposibilidad material de cubrir con efectivos de la Policía Local las atenciones exigidas, entre otros motivos por la actual organización y número de servicios policiales que deben ser atendidos y por el número de efectivos, inclusive teniendo en cuenta los que se encuentran en segunda actividad».

Por ello, detectadas las carencias al principio del presente curso, la Concejalía de Educación y Cultura estableció un dispositivo hace unos meses para que los voluntarios de Protección Civil se encargaran de estas labores en algunos centros educativos. El plan era inicialmente «provisional», hasta que se pudiera encontrar una solución definitiva y satisfactoria a la problemática surgida.

Ahora, pasados unos meses desde su puesta en marcha y existiendo la misma problemática y dificultades que aconsejaron la adopción de estas medidas, el Ayuntamiento ha acordado elevar a definitivo el plan de vigilancia de los voluntarios de Protección Civil para los tres colegios públicos.

De esta manera, el plan se mantendrá operativo al menos hasta la finalización del presente curso, eso sí, «salvo que con anterioridad se encuentre otra solución», cosa que no parece probable. Los voluntarios participantes en el operativo se desplazarán por sus propios medios a los centros asignados, recibiendo un abono de dietas por desplazamiento de 0,19 euros por kilómetro efectivo recorrido, «dado que este Ayuntamiento no dispone de efectivos y vehículos suficientes para atender al mismo tiempo a la totalidad de los centros educativos», según se ha acordado recientemente.